La caída de la producción manufacturera en Estados Unidos durante mayo pasado puso a “temblar” a la industria mexicana por su correlación económica.
De acuerdo con datos de la Reserva Federal, la producción manufacturera de la Unión Americana cayó 0.3% a tasa anual en el quinto mes del 2023.
Puedes leer: Banca múltiple e industrias del hierro, de bebidas y automotriz lideran captación de inversión extranjera
Esta disminución significó hilar cuatro meses con desplomes, algo no visto desde febrero del 2021 (en esa ocasión ligó 25 meses consecutivos con caídas anuales terminando en febrero del 2021).
El sector manufacturero muestra señales de debilitamiento debido al endurecimiento del crédito, que lleva a una disminución de la demanda de bienes. Además, la incertidumbre económica en Estados Unidos eleva el riesgo de una contracción de la producción manufacturera durante los próximos meses
revela Banco Base.
Zona de contracción
El grupo financiero destaca que el indicador ISM manufacturero de mayo se ubicó por debajo de los 50 puntos y liga 7 meses consecutivos en zona de contracción, lo cual no sucedía desde la Gran Recesión.
De igual forma, añade que los inventarios dentro del índice mostraron caídas considerables, el cual indica una disminución en el crecimiento futuro de la producción manufacturera.
Cabe señalar que el sector manufacturero explica el 11.3% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos.
Te puede interesar: Fed pone pausa al alza en la tasa de interés, pero advierte sobre dos incrementos más para este año
Señales de deterioro
Derivado de la alta dependencia de que tiene con la demanda manufacturera estadounidense, la industria mexicana muestra señales de deterioro.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor de la producción manufacturera de México ascendió a 895,058 millones de pesos en abril pasado.
No dejes de leer: Actividad industrial de México se toma un “respiro”; crece 0.41% en abril
Dicho monto representó un descenso anual de 6.7% en términos reales, la quinta caída consecutiva.
La erosión del poder adquisitivo de los hogares, el apretamiento monetario y un entorno económico más incierto impactarán negativamente en los próximos trimestres al consumo, la inversión y las exportaciones, reflejándose ello en un menor dinamismo en la producción industrial
señala Ve por Más.