El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, afirmó estar reuniéndose con los empresarios más importantes de México para tratar de sanar una relación que considera ha sido ríspida en los últimos meses, a partir de la incertidumbre económica generada por la pandemia de COVID-19 y el ajuste de las políticas públicas en materia energética. 

“Es algo en lo que ya estoy metido”, dijo Herrera durante una entrevista radiofónica para el programa Bitácora de Negocios. 

El funcionario, quien asegura no es momento de “bajarse del barco”, ni ahora ni en lo que resta del sexenio, dice estar encabezando en estos días los encuentros con las cámaras empresariales, asociaciones, sociedades financieras y grupos empresariales, como el de los 10 de Monterrey. 

En abril, el Consejo Coordinador Empresarial, la Coparmex y otras agrupaciones buscaron entregar sin éxito al presidente Andrés Manuel López Obrador una serie de propuestas para reactivar la economía, pero hasta ahora las medidas del gobierno se han concentrado en la entrega de programas sociales y microcréditos a la palabra, lo que generó preocupaciones del sector ante los altos niveles de desempleo y la decisión de no recurrir a la deuda, aplicar medidas fiscales y extender apoyos económicos a las empresas para subsistir durante la etapa de confinamiento. 

Sin embargo, desde la semana pasada, el presidente ha dicho que el gobierno busca de nuevo un acercamiento con la iniciativa privada, principalmente para generar conciliación en temas relacionados al sector energético. 

Sí estamos súper conscientes de que el elemento que ha generado algún tipo de rispidez son los cambios de política en el sector energético.

Herrera dijo que ya hubo una primera reunión para encontrar un mecanismo de conciliación que acerque a las partes. En ésta estuvieron presentes el presidente de la República y su gabinete energético, incluido Alfonso Romo, el jefe de la Oficina de la Presidencia y principal enlace con los empresarios, a quien se le ha visto poco desde que estalló el brote de coronavirus en el país. 

“Va muchísimo mejor de lo que hubiera esperado y tendremos buenas noticias en este sentido pronto”, afirmó Herrera.  

Contratar deuda, ¿en un plan B?

Más allá de un plan B, Arturo Herrera cree que el gobierno tiene “mucha flexibilidad” para ajustar las medidas para paliar la crisis conforme avance la reapertura escalonada de las actividades productivas, luego de que la pandemia no lograra controlarse y tirara las previsiones de la Secretaría de Hacienda, que esperaba ver una mejora de los indicadores para junio. 

“Las circunstancias están cambiando todos los días y esto requiere que nos estemos ajustando permanentemente”. 

La dependencia hasta el momento contempló un espacio de tres meses para la reestructuración de créditos de la CNBV, Fonacot e Infonavit, sin embargo plantea reconsiderar los plazos a medida que el país se debate entre el semáforo rojo y naranja. 

Contrario a lo que piensa el presidente Andrés Manuel López Obrador en términos de la recuperación de la economía, quien piensa será en ‘V’, Herrera sostiene que será mucho más lenta de lo que fue la caída, es decir, en ‘V’ asimétrica. 

Sostiene que la deuda de México ya aumentó 500,000 millones de pesos, por lo que descarta la posibilidad de contratar más, principalmente por las condiciones del país frente a las tasas de interés. 

Países como Alemania, Japón, recurren a la deuda con tasas de interés negativas. Otro país es Canadá, que destinó alrededor de 20% de su Producto Interno Bruto en impulsos fiscales, aunque con una tasa de interés del 0.25%. A la economía mexicana, con una tasa de 5.5% le costaría a México casi 20 veces más, eso representa alrededor de cinco billones de pesos. 

“Estamos haciendo todo lo que se puede, dados los márgenes de maniobra que tenemos”, agregó. La deuda mexicana está fundamentalmente en pesos y un 30% en divisas, en euros y yenes. 

Pronósticos obedecen a incertidumbre

El secretario de Hacienda ve una variabilidad en los pronósticos de crecimiento económico que las instituciones financieras y los organismos internacionales han publicado sobre el impacto que tendrá la pandemia de COVID-19 en las economías. 

Este miércoles, el Fondo Monetario Internacional redujo la previsión para México en 2020. La contracción será de 10.5%, en lugar del -6.6% estimado en abril. Esto coloca a México como el tercer país a nivel mundial con el peor panorama, después de Francia, España e Italia. 

“Esto lo que refleja no es la calidad de los pronósticos sino la incertidumbre de qué va a pasar. Hay cosas que van a ser extraordinariamente importantes para nosotros, pero tendremos que ser cuidadosos en cómo las operamos”,  refirió Herrera sobre la entrada en vigor del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) el 1 de julio. 

El funcionario se dijo consciente de que el tratado comercial no será suficiente para impulsar a la economía como se hubiera pensado en la era pre-covid, principalmente por el ajuste en las operaciones que privilegia la salud y el cuidado de los trabajadores en las industrias exportadoras. 

Calculó que hay alrededor de 193,000 personas contagiadas, lo que supone que existen de 8.5 a 10 personas contagiadas por cada caso positivo, lo que da un total de 2.5 millones de mexicanos contagiados. “Esto pone al país muy lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño. Vamos a tener que vivir en estas condiciones por lo menos una buena parte de los próximos meses”.