La Secretaría de Hacienda, encabezada por Carlos Urzúa, apuesta por mantener la disciplina fiscal y, así evitar un recorte de la calificación crediticia.
Hacienda recortó sus estimados para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2019 y 2020, debido a un escenario local e internacional más adverso, así como por una menor producción de crudo y petrolíferos.
Por lo que ahora espera una menor recaudación de ingresos presupuestarios y, en consecuencia, el gasto neto tendrá que ajustarse en la misma medida, de acuerdo con los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2020.
Así, ante una menor actividad económica, Hacienda estima que los ingresos presupuestarios disminuirán este año en 121,200 millones de pesos, equivalente a 0.5% del PIB, frente a los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2019.
Esto se explica por menores ingresos petroleros ante una baja en la producción de crudo y gas natural, así como una menor refinación de crudo que impacta directamente sobre los ingresos de Pemex, esto aunado a un tipo de cambio más apreciado con respecto a lo previsto en la LIF 2019, que se compensó parcialmente con un precio del petróleo mayor al esperado
“Con el anuncio, el gobierno federal busca reforzar el compromiso de dar un manejo responsable a las finanzas públicas, señalando que estas se ajustarán a un marco económico menos favorable. Incluso, la revisión de la mayoría de las variables muestra mayor sincronía con las expectativas de la mediana de analistas y las de otros institutos”, escribieron en un reporte economistas de Ve por Más.
Debo confesar que la @SHCP_mx me sorprendió con sus metas fiscales para 2020. Riesgos existen pero si hay compromiso, las calificadoras deben tranquilizarse. #precriterios2020
— Marco Oviedo (@marcooviedo) 2 de abril de 2019
Considerando el déficit público, el saldo de la deuda pública y su estructura, y la referencia de las tasas de interés y tipo de cambio del marco macroeconómico, se prevé que el costo financiero de la deuda ascienda en 2019 a 3.0% del PIB, lo que permitirá alcanzar en 2019 un superávit primario de 1.0% del PIB.
La calificación de Pemex y de México están en la mira de las tres calificadoras más importantes. En enero, Fitch recortó la perspectiva y la calificación de la petrolera. S&P en tanto degradó la perspectiva de “estable” a “negativa” tanto para Pemex como para la calificación soberana.
Moody’s ha dicho que esperará unos meses para tomar una decisión respecto a las calificaciones de Pemex y México, sin embargo, ha señalado que la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, puede convertirse en un lastre para Pemex dada su débil posición financiera.
En cuanto al elefante en la habitación (Pemex), en Pre-Criterios se menciona la posibilidad de ofrecer apoyo a la empresa para sus vencimientos de deuda de 2019, pero establece que deberá mejorar su balance por el monto exacto de la transferencia, sin que esto implique un ajuste adicional al gasto
dijo Citibanamex en un reporte.
Agregó que, lo anterior lo interpreta como un uso potencial de los fondos de estabilización para apoyar a Pemex, condicionado a que el apoyo se use exclusivamente para reducir su apalancamiento.