Desde el 4 de julio de 2018, cuando ganó las elecciones presidenciales de México con una abrumadora mayoría, Andrés Manuel López Obrador no ha dejado de ser noticia todos los días, y su política fiscal también está en la mira de los mercados.
El gobierno de López Obrador ha aplicado una política de ‘austeridad republicana’ para eliminar los excesos de la alta burocracia y generar ahorros para sus proyectos sociales y de infraestructura, pero esta medida ha contribuido en parte a frenar la actividad económica.
Para algunos especialistas, la disciplina fiscal de Hacienda se debe a que busca credibilidad de los participantes de los mercados, quienes hasta ahora ven con dudas las políticas públicas del gobierno, en particular después de la cancelación del aeropuerto en Texcoco, pese a las diversas irregularidades que encontró la Auditoría Superior de la Federación.
Hacienda lo está haciendo bien precisamente porque todavía hay dudas de que este gobierno será responsable, están a contracorriente, ahí sí hay un problema de credibilidad que se tiene que ganar con el tiempo, necesitan entregar buenos resultados de 2019, este año y volver a presentar un Paquete Económico muy parecido al último
comentó Marco Oviedo, jefe de análisis para América Latina de Barclays.
De acuerdo con las últimas cifras de Hacienda, de enero a noviembre consiguió un superávit primario (es decir, sin considerar el costo de la deuda) de 303,173 millones de pesos, un alza de 97% real frente al mismo lapso de 2018. En tanto, el gasto neto cayó 1.8% real y el gasto en inversión física 14%.
Para Oviedo, el siguiente año -de seguir con la misma tónica- ya se podría decir que hay cierta credibilidad y Hacienda podría empezar a hablar de una política contracíclica, no tan estricta. “El tema es que como no se le está dando el beneficio de la duda al gobierno y ellos se lo tienen que ganar, entonces la única forma es exagerando un poquito”.
Los discursos de AMLO durante su campaña y ahora en el gobierno recurren constantemente a promesas de un elevado gasto público, particularmente en programas sociales, y aun así la mayor sorpresa es lo austera que ha sido la política fiscal, incluso a expensas de afectar la provisión de servicios públicos básicos, como la salud
dice el reporte de Citibanamex ‘Las complejidades de AMLOnomics’.
El reporte también indica que, pese a las dudas, principalmente de los inversionistas locales, al mercado le gusta mucho México. Los mercados de tasas y cambiario han mantenido un buen comportamiento, como una consecuencia del alto carry (o la muy alta tasa de interés real que ofrece México) y los fuertes fundamentales, dando a la administración motivos para la complacencia.
“Mientras las dos principales anclas macro se mantengan (el superávit primario y el alto carry), hay poca razón para pensar que el mercado encontraría un catalizador que cambie la narrativa en el corto plazo”, dice el reporte.
Para Iván Franco, director de la consultora Triplethree International, las dudas de algunos participantes de los mercados deriva de que estos son más coyunturales y aún no tienen una visión de largo plazo, pese a los ahorros que ha generado el gobierno federal.
Es importante que vean la parte estratégica de todo lo que es un cambio de administración y lo que quiere como plan de gasto, quiere achicar los gastos onerosos, atacar la corrupción, los moches y a partir de ahí han instrumentado una serie de recortes que han afectado de manera coyuntural y al parecer de corto plazo la provisión de algunos servicios. La confianza va a venir cuando haya consistencia en la responsabilidad del gasto y se logre externar resultados en materia de corrupción
dijo Franco.
Otro punto que ha estado en la agenda es el diseño de una nueva reforma fiscal que le permita al gobierno incrementar los niveles de recaudación y con esto, conseguir la sostenibilidad de los programas sociales. México es uno de los países de América Latina y la OCDE con los niveles más bajos de recaudación respecto al PIB con 16.2%, que se compara con 20.2% de Chile y 18.8% de Colombia.
No obstante, el presidente López Obrador ha dicho que, de ocurrir será a mitad del sexenio.
“Sí será necesaria pero el primer paso es poner la casa en orden, significa ser mas escrupulosos en cada peso que se gasta, si se logra poner la casa en orden va a haber más posibilidad de decirle a la opinión pública, ‘ya se acabaron los gastos onerosos, sobre todo la corrupción, ahora si podemos hacer planes nuevos para elevar el gasto en salud, educación y por tal motivo necesitamos una reforma para ampliar la base fiscal”, dijo Iván Franco.