Pese a las grandes obras del gobierno federal, dirigidas a cerrar la brecha económica entre el sur-sureste y el resto del país, el sector de la construcción sigue sin recuperar sus niveles prepandémicos de producción.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de la construcción ascendió a 165,013 millones de pesos en los primeros siete meses del 2022, 20.0% menos que en igual periodo del 2019, antes de la llegada del COVID-19.
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Esta caída proviene de descensos tanto en la obra pública como en la privada. En el primer caso, la producción llegó a 69,945 millones de pesos, lo que significó una contracción de 9.6% respecto al periodo enero-julio del 2019.
Lo anterior significa que la inyección de recursos por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en proyectos como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, el AIFA y la Refinería de Dos Bocas es insuficiente para detonar el sector de la construcción, cuya aportación de 6.0% al PIB lo coloca en quinta posición.
Mientras del lado de la obra privada, se reportaron recursos por 95,067 millones de pesos en el lapso de referencia, cifra 26.3% por debajo de la producción prepandémica.
A la Iniciativa Privada le permea la incertidumbre doméstica, con las estrategias federal, elevada inflación y endurecimiento de la política monetaria; y externa, con los conflictos geopolíticos, confinamientos en China, disrupciones en las cadenas de suministro y la recesión en Estados Unidos.
Dos Bocas no es suficiente
Por tipo de obra, los únicos incrementos que se registraron fueron los correspondientes a los grandes proyectos federales, pero que no fueron suficientes para detonar al total del sector de la construcción.
El rubro de refinerías y plantas petroleras obtuvo un valor de producción de 21,739 millones de pesos, 224.4% más que en los primeros siete meses del 2019. Con este monto, derivado de la apuesta energética por Dos Bocas, fue el tercer mayor tipo de obra del sector.
Le siguió el apartado de aeropuertos con 6,510 millones de pesos, mientras entre enero y julio del 2019 no se registraron recursos. Los principales alicientes fueron la terminal aérea Felipe Ángeles y la de Tulum.
En tanto las obras ferroviarias sumaron una producción de 4,377 millones de pesos, con el Tren Maya y el corredor del Istmo de Tehuantepec como pilares, dando un alza de 138.3%.
Los otros tipos de obras con incrementos fueron en trabajos de albañilería y acabados con 7.6% (3,654 millones de pesos), presas y obras de riego con 88.0% (1,733 millones) y obras y trabajos auxiliares para electricidad y telecomunicaciones con 158.7% (96 millones).
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Cae mayoría
En términos generales, de los 24 tipos de obras de la construcción, 18 mostraron reducciones en comparación con su valor de producción de los primeros siete meses del 2019.
Lo anterior se explica por la concentración de recursos federales en los proyectos insignia del gobierno federal, dejando otras obras de infraestructura en el olvido.
De los cuatro tipos de obras con mayor valor de producción, que en conjunto participan con 65% del total, solamente el de refinerías superó los niveles prepandémicos.
El valor de edificios industriales, comerciales y de servicios, de 35,013 millones de pesos, se ubicó 20.4% por debajo de la producción previa a la pandemia; vivienda, con 29,129 millones, en 31.4%, y carreteras, caminos y puentes, don 20,869 millones, 23.3%.
