Rodrigo A. Rosales y Jessika Becerra

La apuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por inyectar recursos públicos a Petróleos Mexicanos (Pemex) ocasionó que en el 2021, un año de reactivación económica, se descuidarán rubros prioritarios como salud, educación y electricidad.

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Prueba de ello, es el gasto en la inversión física presupuestaria, la cual, sin considerar a Pemex fue de 424,412 millones de pesos en el 2021, lo que significó una caída anual real de 12.2%, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Si se consideran los recursos a Pemex, la inversión física total llegó a 691,797 millones de pesos, lo que significó un avance real anual de 0.2%.

Mientras Pemex recibió el 38.6% de la inversión física total, es decir, 267,384 millones de pesos, a la rama educativa solo se le otorgaron 1,672 millones de pesos, lo que representó una reducción de 29.5% real anual y al sector salud 15,659 millones de pesos, un nivel 29.2% menor al del 2020.

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Recursos insuficientes

Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), mencionó que a pesar de los esfuerzos de recaudación, México tiene ingresos públicos que representan entre el 21 al 22% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que no hay mucho dinero para invertir.

 Es un tema crónico que viene de otros gobiernos. Del 2008 a la fecha, la inversión del sector público se cayó de niveles de 4.5% a niveles de menos de 2%. Hay poca inversión y este gobierno tiene como prioridad Pemex y la CFE.  El año pasado se invirtió en Pemex alrededor de 1.4% del PIB, fue un aumento significativo, casi medio punto del PIB más de inversión en Pemex

 comentó.

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Sin embargo, el nivel total de inversión estuvo por debajo de 3%, lo que quiere decir que para el resto de la economía, carreteras, infraestructura, la inversión es baja y se redujo.

“Para mantener la disciplina fiscal, la variable de ajuste ha sido el invertir relativamente poco”, mencionó Feliz.

Los organismos internacionales calculan que una economía como México debería estar invirtiendo entre 5 y 7 puntos del PIB en infraestructura.

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Simplemente son las restricciones, no hay más ingresos, el gasto corriente ya está asignado y la variable que se ha venido haciendo chica a través del tiempo es la inversión pública y en particular ahora que se trata de rescatar e invertir más en Pemex, lo que se sacrifica es toda la inversión que no sea Pemex, planteó el analista del CIDE.

En México, la inversión física es cercana a 3 puntos del PIB y casi 2 puntos puntos se lo lleva Pemex, así que lo que queda para el resto de la economía es insuficiente y esa ha sido una tendencia que se ha mantenido en México en los últimos 15 años y que no es favorable para el crecimiento económico.

Hay dos maneras de resolverlo: Tener un déficit público con el riesgo de que el país se endeude más para hacer proyectos de inversión, o cambiar gasto corriente por gasto de inversión. Otra salida es aumentar la recaudación y usar ese dinero para invertir, pero esa solución requiere una reforma fiscal, dijo Feliz.

Gobierno muy enfocado en Pemex

Al menos durante una década se abandonó la inversión en Pemex y eso trajo como consecuencia un desplome en la producción, destacó Raúl Feliz.

Si durante una década no invertiste lo suficiente en Pemex, el resultado natural es que no repusiste las reservas y la producción se cayó. Los gobiernos anteriores, en particular el de Peña Nieto, de alguna forma vieron eso y no hicieron nada, porque su intención era revertir la caída de la producción con inversiones privadas en petróleo

aclaró.

Pero el gobierno de AMLO no está dando concesiones al sector privado y lo que quiere es revertir la caída de la producción con inversiones del sector público, pese a que los resultados de esta política no se pueden ver aún, ya que requieren de un proceso de inversión de muchos años y de revertir un proceso de deterioro de dos décadas.

“La industria petrolera tiene requerimientos de inversión muy altos y el sector privado estaría dispuesto a cumplirlos, a meter ese dinero, y a que luego el gobierno se cobre la renta y los impuestos, sería una estrategia inteligente”, manifestó el especialista.

Cambio de estrategia

Para María Elvira Méndez Mercado, catedrática de la Facultad de Negocios de la Universidad la Salle, es urgente revisar la inversión física para replantear si los recursos que usa el gobierno federal están cubriendo prioridades para el desarrollo del país.

En caso de que no lo estén haciendo, hay que cambiar la estrategia o dirección para que la población realmente se vea beneficiada, pues es lamentable que haya clínicas y hospitales del gobierno que operan en condiciones precarias y en lugares donde la inversión no llega

expresó.

Comentó que durante la pandemia hubo escuelas vandalizadas a las que robaron el mobiliario.

“Estos sectores requieren una inversión física importante porque va dirigida a la población que tiene escasos recursos”, aseguró.

La inversión realizada en Pemex se va a ver reflejada en tres o cuatro años, mientras que la inversión en educación y salud quedará rezagada, destacó Méndez.

Los niños van a regresar a las escuelas y no van a tener la infraestructura necesaria que es a donde realmente se deberían estar dirigiendo los recursos para la inversión física.