La gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez Ceja, afirmó que el incremento registrado en la inflación al inicio del año no es un tema preocupante para la institución y, por el contrario, se espera que vuelva a tener una tendencia a la baja y continúe el proceso desinflacionario del país una vez que concluyó enero.
Rodríguez Ceja dijo en entrevista para El Financiero que la inflación subyacente –que no contempla las materias primas de alimentos o energéticos– muestra una tendencia a la baja. Pero, la no subyacente sí ha crecido de manera visible y se refleja en el aumento de precios en productos como frutas y verduras. A este respecto, explicó que se trata de una presión temporal debido a factores como el clima.
La funcionaria del banco central también dijo que esta clase de choques de oferta “tienden a revertirse relativamente rápido” y los efectos sobre la inflación no serían duraderos:
Es previsible que la inflación general comience a estabilizarse y que retome su tendencia a la baja y es por esto que ajustamos ligeramente nuestros pronósticos de la inflación general en el corto plazo
dijo al medio.
Banxico ya prevé recortes
La gobernadora de Banxico indicó que evaluará la posibilidad de recortar la tasa de interés de referencia en un mediano plazo. Esto sucedería una vez avanzado el proceso desinflacionario y con base en los datos disponibles en un futuro.
Rodríguez expuso que contemplaban ajustes a la baja no porque la postura del banco central haya cambiado, sino como un reflejo de la evolución de la inflación. Además, dijo que la situación de los indicadores es muy diferente a la que enfrentaban entre 2022 y 2023, lo que permitiría los recortes.
De igual forma, la funcionaria recalcó que han tenido un compromiso de mantener una estabilidad de precios, lo que se refleja en sus decisiones y actos de comunicación.
Inflación en enero, más alta de lo previsto
La inflación anual de México inició el 2024 con una aceleración que la posicionó lejos del objetivo de Banxico. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (IPC) creció 4.88%, con lo que hiló un trimestre de incrementos que comenzaron desde una referencia de 4.26% en octubre pasado.
El rango objetivo del organismo era de 3% más o menos un punto porcentual. En ese momento, el anuncio provocó dudas sobre en qué momento llegarían los recortes a la tasa de interés, en un contexto donde la inflación no cedía.
La aceleración del indicador se debió en gran medida al aumento anual de 9.75% del índice agropecuario, la variación más alta en el último año.
En contraste, la inflación subyacente se colocó en 4.76% anual, que significó la variación más baja en 30 meses, destacando la desaceleración tanto en mercancías como en servicios. Esta tasa es la considerada para las decisiones del Banco de México.
Con información de El Financiero.
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