La disrupción de empresas como Uber o Spotify y la digitalización que han impuesto a la economía, también han puesto en jaque a los sistemas tributarios del mundo, que buscan que todas estas compañías paguen impuestos en los países en los que generan utilidades, y la solución se avizora cada vez más cerca.

Bajo el mandato del G20, el marco inclusivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), 134 países, incluido México, se han puesto de acuerdo para cerrarle el paso a las plataformas digitales y así, comiencen a pagar impuestos en los países en los que tienen operaciones.

La OCDE propuso la semana pasada que las utilidades remanentes de las multinacionales se reparta entre los países en los que están sus consumidores. Por ejemplo, si 20% de los ingresos de Netflix se generan en México, ese 20% va a pagar ISR en México.

Esto sí que es revolucionario porque se aparta del principio de valor de mercado arm’s lenght que es el estándar de asignación de utilidades para transacciones intercompañía (…) Lo novedoso es que esta fórmula considera el ingreso que tiene la multinacional en el país de origen

comentó Jesús Aldrin Rojas, socio líder de QCG Transfer Pricing Practice.

Comentó que México, sin meter las manos, tendrá una gran parte del ingreso de este tipo de  compañías. “A México le va a convenir esto, no va a invertir en una fuerza fiscalizadora y por fórmula le va a caer el dinero. La multinacional tendrá que informar de dónde vienen todos los ingresos”.

Adicionalmente, la propuesta considera dejarle una remuneración fija a ciertas funciones, como la de comercialización y distribución, que se efectúen en la jurisdicción donde tenga la actividad económica, esto es, sobre el costo total de esa actividad se le atribuirá un ingreso y se tendrá que pagar impuestos.

El plan también contempla un mecanismo de arbitraje para abordar disputas sobre el tema.

Si no se llega a un acuerdo para 2020, aumentaría en gran medida el riesgo de que los países actúen unilateralmente, con consecuencias negativas en una economía global ya frágil. No debemos permitir que eso suceda

dijo José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE al presentar la propuesta

Un estudio de los economistas Thomas R. Tørsløv, Ludvig S. Wier y Gabriel Zucman, estima que estimamos que cerca de 40% de las ganancias multinacionales se trasladan a paraísos fiscales a nivel mundial cada año.

Ahora, la propuesta se presentará en la próxima reunión del G20 el 17 y 18 de octubre en Washington D.C., así como en la cumbre de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo y se espera quede aprobada a finales de 2020.

“El siguiente paso será confirmar que hay consenso y ponerlo en marcha. Seguramente no le hará gracia a las compañías que están digitalizándose”, dijo Rojas.

La OCDE ha buscado desde hace algunos años, en el marco del programa de Erosión de la Base Imponible y la Transferencia de Beneficios (BEPS, por sus siglas en ingles), delinear un mecanismo que permita gravar a las empresas digitales y que éstas dejen de trasladar sus utilidades a jurisdicciones de bajas o nulas tasas impositivas.

Aunque para especialistas del Independent Commission for the Reform of International Corporate Taxation (ICRICT), la propuesta aún luce limitada y tiene una alta dosis de gradualismo

“Con la propuesta actual, la mayor parte de los ingresos de una empresa seguirían siendo tratados utilizando el disfuncional sistema de precios de transferencia, y sólo se asignaría un “residuo” sobre la base de una fórmula. La razón de esta división no está clara; lo mejor que se puede decir es que la OCDE está canonizando el gradualismo”, dijo en una nota el Premio Nobel de Economía y comisionado del ICRICT, Joseph Stiglitz.

Por su parte, Ricardo Martner, también comisionado de la ICRICT, dijo en entrevista que este esfuerzo de la OCDE es ‘fenomenal’, pero la medida puede resultar desigual dado que en términos de ventas, los países menos desarrollados podrían obtener menores impuestos.

Para la región esta es una discusión importante en la que los gobiernos deben involucrarse, da la impresión en que hay cierta decidida o falta de interés por parte de los gobernantes de la región, que no ven esto como algo importante pero sí lo es para el futuro y es fortalecer el impuesto a las empresas

dijo Ricardo Martner.

Agregó que los impuesto a las corporaciones es quizá uno de los impuestos más equitativos y  por lo tanto, en una región como América Latina, con tal mala distribución del ingreso, fortalecer los impuestos corporativos es una necesidad absoluta.