La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco de México avizoran panoramas diferentes para la inflación de sus respectivos países.
Mientras que la Fed ha dado señales de que será menos agresiva para subir su tasa de interés, la postura de Banxico se ve en sentido contrario, por lo menos en el corto plazo.
En la minuta de su última reunión de política monetaria, todos los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico coincidieron en que ven un deterioro importante en el balance de riesgos para la inflación, particularmente generado por el precio de los energéticos.
Por esta razón elevaron en 25 puntos base la tasa de interés referencial a 8%, aunque la subgobernadora Irene Espinosa votó por un aumento de 50 puntos base al argumentar que el banco central debe enviar una señal “inequívoca, oportuna y suficiente” para el control de la inflación.
“Banxico se había desligado un poco del banco central de Estados Unidos, hay elementos para pensar que lo puede hacer en diciembre, pero va a depender, nos habíamos acostumbrado que la decisión venia mas influenciada por riesgos externos, ahora también en por las inquietudes que se han generado con la nueva administración”, dijo James Salazar, subdirector económico de CI Banco.
Comentó que para la reunión de diciembre se espera otro aumento de 25 puntos base, con lo que la tasa subiría a 8.25%.
En su minuta, Banxico dice que la inflación enfrenta riesgos asociados con la posible adopción de políticas que pudieran afectar estructuralmente el proceso de formación de precios. Entre estos destaca la depreciación del peso ante el dólar y mayores tasas de interés externas.
Adicionalmente menciona la presión que puede enfrentar la inflación si el alza en los precios de los energéticos y productos agropecuarios persiste, así como la amenaza de que las medidas proteccionistas escalen o haya un deterioro de las finanzas públicas.
En este escenario, Edward Glossop, analista de Capital Economics, dijo que espera un aumento de 25 puntos base para la reunión de diciembre del Banco de México e indica que el banco central ha sobrereaccionado al efecto Andrés Manuel López Obrador.
No creemos que la postura muy agresiva de Banxico excluya la posibilidad de recortes de tasas en un horizonte de 12-18 meses. Las minutas son solo una instantánea del estado de ánimo actual de Banxico. Y es posible que parte del lenguaje reciente sea una reacción exagerada a los recientes movimientos controvertidos de AMLO
Edward Glossop, analista de Capital Economics.
Por su parte, Jerome Powell, presidente de la Fed, dijo la semana pasada en un discurso en el Club Económico de Nueva York que el nivel actual de la tasa de interés está justo por debajo de la tasa neutral, es decir, la tasa que no impulsa ni frena la economía, lo que algunos analistas han interpretado como una señal de que los siguientes aumentos en el precio del dinero serán más lentos de lo que se preveía.
Relacionado: Gerardo Esquivel, otro crítico del Banco de México que se suma a sus filas