El efecto de la fijación de precios en el gas LP, que inició el 31 de julio pasado, se desvanece en los niveles inflacionarios de este combustible, tal como lo estimó el subgobernador de Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, quien aseguró que sería “ilusorio” que se mantendrían bajos.
Si bien en la primera quincena de agosto se reflejó la intervención de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), al registrarse una caída quincenal de 15.06% en el índice de precios al consumidor del gas doméstico LP —la más pronunciada desde que hay registros en 2011—, en los primeros quince días de septiembre se confirmó que dicho efecto fue ilusorio.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la primera quincena del noveno mes del año, el índice de precios del combustible aumentó 2.26%, respecto a la segunda quincena de agosto, el segundo incremento consecutivo (0.56%) tras la disminución de 15.06%.
Se ha visto que a la larga no es la manera más adecuada para evitar aumentos en los precios cuando hay cambios importantes a nivel global entre la oferta y la demanda en este tipo de bienes, entonces, yo te diría que en el muy corto plazo estamos registrando esta baja en la inflación, pudiera ser algo ilusorio y no creo que pudiera ser permanente
dijo el subgobernador, Jonathan Heath, durante la presentación del reporte trimestral de Banxico el pasado 31 de agosto.
Ese mismo día por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio banderazo a la empresa estatal Gas Bienestar, la cual se encargaría de distribuir los tanques y cilindros de gas a los precios fijados por la CRE.
Una de las consecuencias que genera la intervención del Estado en los precios es la escasez, afirmó el subgobernador. “Lo que sucederá es que los que distribuyen el gas van a empezar a distribuir tanques menos llenos, no hay manera de que el consumidor pueda asegurar eso, si no que hasta el propio Inegi cuando levanta los precios tampoco toma en cuenta si el tanque de gas está lleno o no”.
Repunte de 17.61% anual
En términos anuales, los precios del gas LP crecieron 17.61% en los primeros quince días de septiembre de este año, dato superior a las tasas de 14.35% en la segunda quincena de agosto y de 13.73% de la primera mitad de ese mes.
De hecho, este combustible lleva nueves meses con alzas de doble dígito en término anuales y además, desde junio del 2020 presenta aumentos consecutivos en sus precios.
Por variación anual, el gas LP ocupó la posición 12 de los productos con mayores incrementos:
- Chile serrano: 57.13%
- Ejotes: 56.36%
- Aceites y grasas vegetales comestibles: 27.78%
- Manzana: 26.50%
- Jitomate: 26.45%
- Manteca de cerdo: 24.88%
- Aguacate: 22.25%
- Toronja: 22.09%
- Pierna de cerdo: 21.52%
- Calabacita: 21.04% y
- Chuletas de cerdo: 17.71%
Gas LP impacta en el INPC
El comportamiento del precio del gas LP impactó en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Durante la primera quincena de septiembre, el precio del Gas LP tuvo un incremento de 2.26% quincenal, la más elevada para un mismo periodo desde el 2018 (3.67%); el gas LP fue el segundo genérico con mayor incidencia en los precios al consumidor (0.050 puntos porcentuales de un total de 2.26), detrás del jitomate (0.079).
La incidencia se refiere a la contribución en puntos porcentuales de cada componente del INPC a la inflación general y se calcula utilizando los ponderadores de cada subíndice, así como los precios relativos y sus respectivas variaciones.
Según un reporte de Ve por más (Bx+), además de lo anterior, “altos costos de materias primas y disrupciones en la proveeduría siguen presionando los precios de alimentos (tortilla, refrescos, leche, aceites vegetales) y otros bienes (autos)”.
Choques de oferta
La inflación general anual del país se ubicó en 5.87% durante la primera quincena de septiembre del 2021; esta variación significó continuar por sexto mes seguido (12 quincenas) arriba de una tasa de 5%, así como 13 quincenas fuera del objetivo del Banco de México (3% +/- 1 punto porcentual).
El índice subyacente (mercancías y servicios) contribuyó con 63.4% de la inflación total.
El índice subyacente llegó a máximos desde fines de 2017, de la mano de la aceleración en el componente de mercancías, tanto alimenticias como no alimenticias, que han reflejado los distintos choques de oferta (mayores costos y desabasto de insumos), que se agudizaron con el último rebrote del virus a nivel mundial
detalló Bx+