Luego de ocho años desde su llegada a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Lala está a un paso de dar marcha atrás, en un contexto de precios bajos y poca bursatilidad de sus acciones, a lo que se suman una serie de malas decisiones del consejo de administración y roces con el gobierno federal.

Con el paso del tiempo, Lala ha tenido un desempeño volátil, con una tendencia bajista en los últimos cinco años. La compañía realizó en 2013 la mayor salida a bolsa en México hasta el momento al recaudar 14,055 millones de pesos, y en 2016, los títulos alcanzaron un máximo histórico de 47.22 pesos, mientras que el jueves cerraron en 16 pesos, lo que representa una baja de 66%.

El valor de mercado de Lala, fundada en 1950 en Torreón, Coahuila, es de 39,590 millones de pesos, estima Bloomberg. Ante la llegada de la pandemia en marzo del año pasado, los papeles se desplomaron a un mínimo histórico de 10.22 pesos, apenas 5.78 unidades por debajo del precio actual.

Lala formó parte del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que integra a las emisoras mexicanas más líquidas, de 2014 a 2019, pero salió por incumplir los criterios establecidos para su permanencia, que se relacionan con el poco volumen de operación de la compañía.

Lala ha estado cotizando (en los últimos años) con un volumen de operación muy bajo, de por sí el mercado mexicano siempre ha tenido problemas, y en el caso de Lala es aún más notable que en otras emisoras. Mientras el mercado no tenga mayor volumen, no se va a recuperar

comentó Amin Vera, director de análisis económico de BlackWallStreet Capital

En la sesión del jueves, 146,000 acciones de Lala cambiaron de manos, un volumen significativamente menor que los 180 millones de títulos que se operaron a lo largo del día de las empresas que conforman el IPC.

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Concluye OPA

Esta semana, la empresa de producción y comercialización de lácteos que preside Eduardo Tricio concluyó la oferta pública de adquisición (OPA) que anunció en mayo de este año, con el objetivo de deslistar sus acciones de la BMV.

Con la operación, el fideicomiso que controla la compañía elevó su participación en Lala a 99.6%, después de hacerse con 565.4 millones de acciones que estaban flotando en el mercado, a un precio de 17.36 pesos cada una.

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La intención de la compañía era comprar 25% del capital social en circulación, aunque el resultado fue de 23.3%. Aun así, queda un número muy reducido de acciones de Lala en manos del público inversionista, por lo que en las siguientes semanas convocará a una asamblea para solicitar la aprobación de la cancelación de su registro en la BMV a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

“Se pretende solicitar a la comisión la cancelación de la inscripción en el Registro Nacional de Valores de las acciones representativas del capital social de Lala así como la cancelación de su listado en la Bolsa, con la finalidad de que dejen cotizar en dicho mercado de valores”, señala el aviso de la oferta.

En su evento relevante enviado a la BMV en mayo, Lala dijo que aprovecharía el precio a descuento de las acciones para llevar a cabo la OPA. Una vez que la CNBV autorice el desliste, la familia Tricio concentrará más poder sobre las decisiones operativas que ya no pasarán por la asamblea de accionistas.

Los dueños han hecho un excelente negocio al sacar a Lala de la bolsa puesto que la salida a bolsa (OPI) fue de 27.50 pesos. Una vez que salga no tendrá que rendirle cuentas a nadie

dijo Iván Santín, analista independiente de inversiones

La salida representa un gran ahorro para Lala debido a que ya no tendrá que pagar comisiones a la BMV, además de que evitará someterse a las medidas regulatorias que se aplican a todas las emisoras para permanecer en el mercado de valores.

Relación AMLO-Tricio, la gota que derramó el vaso

Lala pasó los últimos años emproblemada, a pesar de sus ambiciosos planes de expansión y ante una serie de cambios en la dirección ejecutados por Eduardo Tricio.

En medio de esta serie de eventos y la caída en el precio de las acciones se produjo el cambio de gobierno, en 2018, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional.

La gota que derramó el vaso fue la entrada de López Obrador a la administración federal. AMLO ha dicho abiertamente que Eduardo Tricio y la familia Tricio son ‘la mafia del poder’ y que operaron para evitar que ganara

recordó Vera

Aunque la relación entre el presidente y el empresario ha mejorado, Tricio, quien preside el consejo de administración de Lala desde el 2000, fue uno de los principales detractores de AMLO, junto con otros empresarios que son señalados de forma recurrente por el titular del Ejecutivo, como Claudio X. González, Alberto Baillères y Alejandro Ramírez.

El año pasado, la CNBV impuso a Tricio una multa que ascendió a 35,000 dólares por omitir información sobre transacciones relacionadas con los títulos de una firma en la que se desempeñaba.

La administración de AMLO también puso en marcha la medida para forzar el etiquetado frontal en alimentos y bebidas, situación que pasó factura a los resultados de algunos productos de Lala.

De Arquímedes a Leyva y de nuevo a Arquímedes

Arquímedes Celis, actual CEO de Lala, regresó a la empresa después de que el manejo del estadounidense Scot Rank y del colombiano Mauricio Leyva decepcionaron tanto a Tricio como a los inversionistas.

En 2015, Celis salió de la empresa y dio paso a Rank, quien había dejado la dirección de Walmart de México en medio de un escándalo que lo vinculaba directamente con sobornos ejecutados por la cadena de supermercados. Bajo su liderazgo, Lala compró en 2016  la compañía Laguna Dairy en Estados Unidos, por 249 millones de dólares, y en 2017, la brasileña Vigor, por 1,380 millones de dólares.

Los analistas consultados por EL CEO coinciden en que estas adquisiciones detonaron en la caída del valor de mercado de Lala, pues el monto de las operaciones aumentó demasiado la deuda y redujo el flujo operativo.

Tras el fracaso, Leyva tomó las riendas de Lala en 2018 con el plan de diversificar el portafolio de Lala, debido a que el mercado de lácteos es cada vez menos rentable por el aumento de los insumos para su producción, como los energéticos y la pastura.

A su regreso, en 2020, Celis aún intenta descifrar el próximo paso de Lala. Incluso, la empresa anunció a inicios de este año que entrará de lleno en el mercado de las carnes frías bajo la marca Plenia, aunque enfrentará una dura competencia con jugadores que ya están consolidados como Sigma, de Grupo Alfa.