La economía mexicana cerró el 2023 con signos de debilidad, por debajo de los pronósticos más optimistas; todas las grandes actividades mostraron también pérdida de dinamismo.

De acuerdo con el dato oportuno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en serie desestacionalizada, el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció 0.08% a tasa trimestral en el periodo octubre-diciembre del año pasado.

Este resultado representó el menor nivel en los últimos nueve trimestres, producto de la caída de 1.11% de las actividades primarias, la primera en tres trimestres, así como las alzas de 0.05% en las secundarias y de 0.13% en las terciaras, las más bajas en los últimos once y nueve trimestres, respectivamente.

Lo anterior manifiesta que el campo resintió la sequía y los incrementos de los precios internacionales de insumos, el boom de la construcción se acaba con la terminación de obras federales y el consumo está perdiendo la batalla contra la inflación y las tasas de interés.

Por debajo de las expectativas

A tasa anual, el PIB de México aumentó 2.41% en el cuarto trimestre del año pasado, la menor variación para la economía mexicana en los últimos dos años y por debajo de las expectativas del mercado de un crecimiento de 3.1%.

Por actividades, las primarias incrementaron 0.08%, las terciarias en 2.20% y las secundarias en 3.13%; todas mostraron una tendencia de desaceleración respecto al trimestre previo.

Mientras en el acumulado de todo el 2023, la economía del país avanzó 3.2%, superando los pronósticos del gobierno federal de 3.0%, pero inferior a las previsiones más optimistas que esperaban un crecimiento de 3.7%.

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