Ninguna entidad federativa alcanza condiciones óptimas para sumar y retener a más mujeres en el mercado laboral y que, en consecuencia, cuenten con mayor autonomía económica, advierte el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El IMCO construyó Estados #ConLupaDeGénero, una herramienta que mide la capacidad para atraer y retener el talento de las mujeres en el mercado laboral a través de 17 indicadores para las 32 entidades del país.
La Ciudad de México es la entidad con mejores resultados, con 67.2 puntos de 100 posibles; le siguieron Nuevo León (66.7) y Baja California Sur (64.2). Estas tres entidades se ubicaron en un nivel alto de desempeño en las condiciones laborales de las mujeres, por debajo del máximo nivel que es muy alto.
La Ciudad de México destaca por su alto desempeño en las condiciones laborales para las mujeres. Es líder en porcentaje de mujeres preparadas (64.1%) y tiene la tasa más baja de embarazo adolescente (10.5%) del país. Además, presenta la menor desigualdad de género en el trabajo no remunerado (49.1%)
detalla el IMCO.
Añade que el mayor reto en la capital es cerrar la brecha de género en inclusión financiera, ya que las mujeres tienden a recibir casi la mitad (49.1%) del monto otorgado a los hombres por medio de créditos empresariales o de vivienda.
El estado más rezagado para las mujeres
En tanto, Oaxaca ocupa el último lugar con un nivel de desempeño muy bajo por las condiciones laborales que enfrentan las mujeres en el estado, obteniendo un indicador de 33.1 puntos.
Entidades también con un nivel de desempeño bajo fueron Chiapas (39.1), Veracruz (40.5), Guerrero (40.8) y Puebla (42.2). Cabe señalar que los estados se agruparon en seis niveles de desempeño que van desde muy bajo hasta muy alto según las condiciones laborales que ofrecen a las mujeres.
Oaxaca es la única entidad con desempeño muy bajo. Destaca por tener la mayor proporción de mujeres que trabajan en la informalidad (79.7%) y el menor porcentaje de mujeres con autonomía económica, ya que cuatro de cada 10 mujeres no reciben ingresos de manera directa. Además, presenta altas tasas de pobreza laboral entre las mujeres (60.3%) y una alta brecha de género en inclusión financiera (47.8%)
expone el IMCO.
Los pilares
Para analizar las condiciones laborales de la mujer, la tercera edición de esta medición del IMCO analiza 17 indicadores categorizados en tres pilares para las 32 entidades:
- Pilar 1. Entrada de las mujeres al mercado laboral. Mide las barreras que enfrentan las mujeres en la preparación, tiempo disponible, la oferta laboral y la violencia de género para entrar a la economía remunerada.
- Pilar 2. Permanencia de las mujeres en el mercado laboral. Analiza la calidad del empleo que enfrentan las mujeres, la infraestructura de cuidados, así como los delitos sexuales, condiciones clave que determinan la permanencia de las mujeres en los centros de trabajo.
- Pilar 3. Autonomía económica. Mide factores como la dependencia de ingresos y la inclusión financiera que permiten dimensionar la capacidad de las mujeres para acceder y generar ingresos y recursos productivos propios.
Los puntajes obtenidos en cada pilar se promediaron, lo cual resulta en un puntaje general a partir del cual se ordenan los estados de mayor a menor, donde 100 implica mejores resultados.
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