El pago de intereses, comisiones y amortizaciones de la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) no solo creció durante 2021, sino también representó el monto más alto que se haya registrado en los últimos 32 años. 

De todo el costo financiero de la deuda del sector público, solo el de la petrolera creció. En total se destinaron 687,001.2 millones de pesos en 2021, de los cuales Pemex representó el 20.7%, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

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Es decir, a las arcas del gobierno le costó 142,079.1 millones de pesos el costo financiero de la deuda de Pemex, el monto más alto desde 1990 y significó un crecimiento del 38.6% en términos reales y respecto del 2020. 

Arturo Carranza, analista del sector energético, atribuyó el aumento a que la deuda financiera de Pemex está denominada principalmente en moneda extranjera, lo que la hace particularmente sensible a las variaciones en el tipo de cambio y a la pérdida de valor del peso frente al dólar.

Por más que el gobierno ha intervenido y apoyado con capitalizaciones y con otro tipo de apoyos, el monto total de la deuda no ha logrado reducirse porque Pemex no está generando el flujo de efectivo suficiente para poder cumplir con su programa de inversión

expuso Carranza.

Necesita cambiar plan de negocios

El modelo de negocios de Pemex impide que baje su nivel de deuda que asciende a 113,045 millones de dólares al tercer trimestre del 2021, ya que a la empresa le falta inversión privada para cumplir sus metas de producción y generar flujo de efectivo.

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Actualmente, Pemex no genera flujo de efectivo porque no alcanza sus metas de producción de petróleo, por lo que tiene que recurrir a deuda, ya que las necesidades de inversión son superiores a las que el gobierno le asigna en el presupuesto.

Héctor Villarreal, economista del Tecnológico de Monterrey, comentó que Pemex está pagando altos niveles de comisiones e intereses porque entre 2017, 2018 y en los primeros años de la actual administración se endeudó mucho y las tasas de interés se han elevado.

Además, al no mostrar un plan de negocios creíble, Pemex cierra las puertas para obtener crédito barato. Y si bien, la petrolera accede a deuda, es a tasas muy altas, por eso no la reduce y el costo financiero se incrementa.

“La tendencia de incremento de la deuda no tomará una variación diferente si el modelo de negocios no cambia”, mencionó Carranza.

En cambio, la deuda se reduciría si Pemex accediera a capital fresco de privados, pero el gobierno ha dejado claro que será el único encargado del gasto de inversión de la compañía.

Riesgo para las finanzas públicas

El gobierno federal tiene que respaldar este aumento del pago de intereses a costa de las finanzas públicas, que estarán en riesgo en el 2024, si el crecimiento económico es bajo y la Secretaría de Hacienda mantiene la capitalización a Pemex sin que suba la producción petrolera.

De alguna manera, el gobierno ya se está endeudando más por Pemex, la cuestión es si lo está haciendo para financiar infraestructura o lo hará para hacer un rescate financiero a Pemex. Con todas las presiones que tiene el gobierno ahora definitivamente Pemex puede ser un factor de debilidad

advirtió Villarreal.

Los apoyos que Hacienda ha dado a Pemex permitieron cubrir sus vencimientos de deuda del último semestre del 2021, capitalizar y reducir el impuesto de Derecho de Utilidad Compartida (DUC).

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“El apoyo ha permitido mantener a flote a la empresa pero la empresa necesita más para darle la vuelta a la complejidad operativa y financiera que la caracteriza. Necesita más inversiones”, reiteró Carranza.

Pemex requiere capital fresco en los negocios de exploración y producción porque es donde más se genera flujo de efectivo, aunque también se necesitan inversiones muy grandes en refinación.

El precio al que Pemex venda el crudo a las seis refinerías que está rehabilitando y a Dos Bocas serán clave para que la petrolera recupere su nota crediticia.

“Las calificadoras pueden decir: ‘vas a perder dinero con las refinerías porque le vas a dar petróleo más barato’, y Pemex puede decir: ‘no, yo se lo voy a dar al precio que yo lo exportaría’ y esto puede volverse una mesa de pin pon”, previó Villarreal.