Pese al impacto de la cuarta ola de contagios de COVID-19 al comienzo del 2022 y a los elevados niveles inflacionarios, el consumo de los hogares mexicanos registró su mejor inicio de año en al menos los últimos 30 años.
Una de las grandes preocupaciones del país por disminuir el poder adquisitivo de las familias es la inflación, que lleva 15 meses por arriba de la tasa anual objetivo del Banco de México (3% +/- 1 punto porcentual).
A esto se suma que la invasión rusa en Ucrania impactó en los precios al consumidor de México (más de medio año con variaciones anuales superiores a 7%), mediante el alza en los costos internacionales del petróleo.
Sin embargo, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), que mide el gasto por parte de las familias mexicanas en bienes y servicios de consumo, aumentó 8.7% a tasa anual desestacionalizada en el primer trimestre del 2022.
Este crecimiento significó el mejor resultado, para un mismo periodo, desde al menos 1993, año que inicia la base de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El incremento de 8.7% del consumo privado, que representan alrededor de 65% de la economía mexicana, significa que el avance del proceso de vacunación y una mayor movilidad social compensaron los efectos negativos de la elevada inflación y de la cuarta ola de contagios.
Componentes del consumo privado
De los componentes del IMCPMI, el gasto en bienes y servicios de origen nacional mostró un aumento anual, con ajuste estacionario, de 7.9%, también la mayor tasa, para un primer trimestre, desde al menos los últimos 30 años.
En su interior, el subíndice de bienes creció 3.8%, mientras el de servicios aumentó 12.1%.
Por su parte, el componente de bienes importados incrementó 15.3%, el mejor primer trimestre en los últimos 12 años, demostrando una mejora en las cadenas mundiales de proveeduría.
Los menores efectos de la emergencia sanitaria en la movilidad y el empleo (ausencia de nuevas variantes, vacunación) seguirán permitiendo al consumo mudar del de bienes al de servicios, no obstante, aún podría verse afectado la elevada inflación y por el encarecimiento del crédito al consumo
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En comparación con el primer trimestre del 2020, antes de que se declarara emergencia sanitaria en el país, el consumo privado presentó un alza de 3.3%.
Es decir, el gasto realizado por los hogares residentes del país en bienes y servicios de consumo nacional e importado superó los niveles previos a la pandemia de COVID-19.