En la recta final del año, Banco de México (Banxico) revisó al alza los pronósticos de crecimiento de la economía del país tanto para 2023 como en 2024 en su informe trimestral.
El banco central prevé una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.3% para este año, desde el 3% que proyectó en agosto; mientras la expectativa para 2024 es de 3.0%, desde el 2.1% anterior.
De acuerdo con la entidad, la mejora de la perspectiva en 2023 se debe principalmente a una mejor actividad económica de lo esperado en el tercer trimestre del año, ante la resiliencia de la demanda externa y el dinamismo del gasto interno.
Banxico prevé mínimo impacto de Otis en el PIB
Banxico consideró que a pesar de los daños provocados por el huracán Otis que impactó la costa de Guerrero a finales de octubre, la economía mantendrá un desempeño positivo en el cuarto trimestre.
“Se estima que a nivel nacional los efectos del huracán Otis sean acotados, tanto sobre el crecimiento, como sobre la inflación nacionales, ante la relativa baja participación de la zona impactada en los indicadores agregados (…) sin embargo, los efectos para Acapulco y los municipios aledaños en el estado de Guerrero serán profundos”, indicó el banco central en el informe.
Mientras la revisión al alza del año entrante se debe en mayor medida a la postura fiscal ahora prevista y la actualización de las perspectivas de crecimiento para Estados Unidos, donde se anticipa una desaceleración menos pronunciada de la demanda externa para México.
Con ello, la perspectiva de Banxico entra dentro del rango de crecimiento previsto por la Secretaría de Hacienda para ambos años (2.5% a 3.5%). En comparación con la encuesta más reciente a economistas del sector privado, está en línea con el pronóstico de 2023 (3.29%), pero se ubica por encima del 2% esperado en 2024.
Previsiones para 2025
Para 2025 las previsiones se moderan a 1.5%, por debajo del promedio histórico, así como cierta recomposición entre la demanda externa e interna.
La entidad que gobierna Victoria Rodríguez considera que el gasto interno reflejaría el esfuerzo de consolidación fiscal anticipado, mientras que la demanda externa cobraría mayor peso por la expectativa de un mejor desempeño para la economía de Estados Unidos en ese año.
“A lo largo del horizonte de pronóstico, se espera que el proceso de relocalización de algunas empresas a México que está en marcha (nearshoring) dé cierto impulso a la actividad económica, reconociendo la elevada incertidumbre que existe respecto de su posible magnitud y efectos”, agregó Banxico.
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