En un contexto donde 1 de cada 5 jóvenes latinoamericanos es calificado como ni-ni (ni estudia ni trabaja), se han identificado varios elementos que complican el acceso a un empleo para la población de entre 18 y 25 años, en donde se conjugan la falta de preparación y los prejuicios sociales.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Fundación Forge, los jóvenes de la región consideran que la apariencia física es uno de los factores determinantes que les impide conseguir su primer trabajo.
En el caso de México, el 44% señala que la apariencia física es lo más importante. Le siguen tener hijos o personas a cargo (el 24%), el hecho de ser mujer (22%), su nombre o apellido (12%) y por último su lugar de residencia (10%).
Para la juventud, acceder a un primer empleo no sólo es difícil, sino que además no existen muchas oportunidades que se ajusten a las posibilidades de un sector que aún no cuenta con experiencia previa en el mercado laboral
agregó la institución en un comunicado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a febrero de 2023, el rango de entre 15 y 24 años es el segundo grupo con mayor desempleo en el país, al representar el 34.2% de la población desocupada y con un incremento de 5.5 puntos porcentuales respecto al año pasado.
El grupo con mayor desempleo es el de 25 a 44 años, que concentró 44.8 % de la población desocupada, con una disminución de de 1.1 puntos porcentuales en un año.
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La organización sin fines de lucro, que lleva más de 15 años creando puentes entre los jóvenes de América Latina y su primer trabajo formal, indicó que la alta exigencia del mercado laboral a un sector que no cuenta con experiencia previa los ha llevado a aceptar propuestas de trabajos informales.
Trabajamos con jóvenes que quieren conseguir su primer trabajo formal y al mismo tiempo con una red de empresas que cuentan con oportunidades para su inserción laboral. Sin embargo, vemos que aún existe una brecha muy grande entre las expectativas y las exigencias, entre el potencial para desarrollar y la importancia que se le da a la experiencia
afirma Rodrigo Kon, director ejecutivo regional de la Fundación Forge.
No todo el panorama es negativo
Pese al panorama negativo que visualizan los 2,000 encuestados de países como Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Ecuador y México, también identificaron ciertos elementos que podrían impulsar su acceso a un empleo.
El 60% considera que el estudio y la capacitación permiten conseguir empleos mejores pagados y reconoce que el esfuerzo es clave para acceder a un trabajo de mejor calidad.
Asimismo, se mantienen altamente motivados en su proceso de integración laboral, ya que ven en el empleo una oportunidad para desarrollarse como personas y para consolidar un proyecto vital propio.
Con respecto a sus habilidades, estos jóvenes piensan que necesitan aprender a tener confianza en sí mismos para salir adelante a buscar oportunidades. De hecho, la inseguridad, la ansiedad y el nerviosismo son tres sentimientos que los encuestados manifestaron vivir principalmente en las situaciones de entrevista laboral.
Importancia de las habilidades blandas
Otras destrezas que creen que deben desarrollar son las denominadas habilidades blandas, para poder lidiar con la frustración y con emociones difíciles para que estas no afecten su salud mental en el trabajo.
Además, consideran que deben aprender a mejorar la comunicación y la resolución de problemas; como alcanzar metas y trabajar bajo presión sin estresarse; a trabajar con otras personas; cómo negociar sus sueldos y decir que no a ciertas actividades y a priorizar el cumplimiento de compromisos; además de contar con más estudios o conocimientos formales para trabajar y acceder a mejores posiciones.
Actualmente, la Fundación Forge cuenta con el Programa Tu Futuro, de alcance regional, que se propone formar a jóvenes de entre 17 y 24 años de sectores económicamente vulnerables, que viven principalmente en centros urbanos y estén cursando o hayan concluido la educación media.
El curso, online y gratuito, busca formarlos en términos de empleabilidad y desarrollo de habilidades socioemocionales para que sus perfiles sean cada vez más compatibles con las búsquedas laborales de las empresas.
