Empresarios mexicanos figuran entre más de 3,000 mexicanos que presuntamente han ocultado propiedades en paraísos fiscales para no pagar impuestos en su país, según una investigación periodística revelada el domingo.

Se trata de Germán Larrea y María Asunción Aramburuzabala, señaló el diario El País, el cual participó en “Pandora Papers”, una investigación global coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

También figuran nombres de funcionarios de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador, como Julio Scherer Ibarra, quien fue el consejero jurídico de la presidencia; Jorge Arganis, secretario de Comunicaciones y Transportes; el senador morenita Armando Guadiana y la pareja del director general de CFE, Julia Abdala.

Al respecto, el presidente López Obrador indicó en su conferencia matutina de este lunes que se realizará una investigación y que estaba enterado de la situación de su secretario de Comunicaciones y Transportes.

 Hay que hacer una investigación, hay que ver a quién corresponde. Tiene que ver desde luego con la cuestión fiscal, si se pagó impuestos, cuando se llevaron a cabo estas operaciones

El mandatario comentó que Arganis Díaz le avisó y le explicó que el dinero por el que fue señalado fue por un fraude de un fondo de inversión llamado Stanford.

“Ese dinero inclusive, me lo robaron”, según le dijo Arganis Díaz al presidente. 

La carta que le envió el secretario al presidente, indica que los 3 millones de pesos que se depositaron en dicho fondo fue un cobro que realizó cuando trabajó en ICA y que dicho fondo lo defraudó a él y a otros inversionistas.

El mandatario expresó que “desgraciadamente no es novedad”, esta investigación y recordó el caso del hermano del expresidente, Carlos Salinas, Raúl Salinas de Gortari, quien había sacado del país 100 millones de dólares “usando un banco famosísimo, el segundo banco más importante de Estados Unidos en ese entonces”.

Empresarios señalados

Larrea es propietario de la minera más grande de México, mientras Aramburuzabala es la heredera de la cervecería Modelo.

Según el reporte, solo 25 de los mexicanos identificados en la investigación movieron 1,270 millones de dólares a jurisdicciones “offshore”, para la compra de bienes de lujo.

Esas propiedades figuran a nombre de empresas de servicios financieros, que suelen venderlas a sociedades similares para ocultar, aparentemente, la identidad del dueño real.

Larrea, de 67 años, “utilizó este esquema para comprar varias residencias en algunas de las zonas más exclusivas de Estados Unidos con un valor conjunto de 36.9 millones de dólares”, indicó El País.

Para ello, entre el 2013 y el 2016 abrió nueve empresas en las Islas Vírgenes Británicas, en las que figura como único accionista y director, pero que carecían de empleados, oficinas o actividad económica. Esas firmas, a su vez, controlaban a otras sociedades estadounidenses que se encargaban de adquirir las casas, detalló El País.

Aramburuzabala, de 58 años y con la sexta mayor fortuna de México (5,800 millones de dólares), también recurrió a esta práctica para adquirir una finca y un terreno en un destino de esquí en Utah, Estados Unidos,  en el 2006 y el 2008, un apartamento en Nueva York en el 2019 y dos aviones en el 2014 y el 2019, agregó la publicación.

Según el medio español, ni Larrea ni Aramburuzabala respondieron a sus preguntas.

Cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), citadas en el informe, indican que 1% de los mexicanos más ricos concentra 29% de los ingresos del país y las 50 empresas más grandes representan alrededor del 40% del Producto Interno Bruto (PIB).

Concentración de la riqueza, injusta

La desigualdad y la concentración de la riqueza en México son producto del “injusto” sistema fiscal mexicano, dijo la titular de la Secretaria de Administración Tributaria SAT, Raquel Buenrostro.

En entrevista con La Jornada, Buenrostro comentó que los que han buscando flancos para ev adir las contribuciones son los que han hecho negocio en México.

“Tenemos que empezar por cobrar bien”, comentó Raquel Buenrostro.

Añadió que las grandes defraudaciones fiscales  derivan de restructuraciones corporativas, fusiones, enajenación de empresas simuladas.

“Las disfrazan de otra cosa para no pagar ISR y las hacen aparte fuera del país para que no los vean y en paraísos fiscales”, explicó. 

Con información de AFP.