El 2022 significó un cambio de tendencia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la política de desarrollo económico del país; si al inició de su administración dejó a un lado la inversión pública, este año se apostó por este rubro del gasto como detonador.

Sin embargo, los recursos destinados a la construcción y/o conservación de obras y a la adquisición de bienes de capital se concentra en un sector: el energético,  justamente en el que se encuentra la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco.

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De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la inversión física presupuestaria ascendió a 531,627 millones de pesos en los primeros ocho meses del año.

Se trata del mayor nivel para un igual periodo de comparación en los últimos siete años. Además, resultó en un crecimiento anual de 14.8% en términos reales, la variación más elevada en ocho años.

INVERSIÓN

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Cambio de estrategia

La importancia de estas cifras es que revelan que el gobierno federal cambió su estrategia en la reactivación económica de México.

Cabe recordar que en el periodo enero-agosto del 2019, primer año de la gestión morenista, la inversión física presupuestaria descendió hasta los 373,361 millones de pesos, que en su momento fueron los recursos más bajos en una década.

La línea de recortar a la inversión pública estaba trazada, pero los estragos derivados de la pandemia de COVID-19 fueron el aliciente para revertir la tendencia.

 

Desarrollo económico, el detonador

De los 531,627 millones de pesos de inversión física presupuestaria a agosto del 2022, 64.0% correspondieron a desarrollo económico, 31.8% a desarrollo social y 4.2% a gobierno.

En el apartado de desarrollo económico, que registró un aumento anual real de 24.5% en el lapso de referencia con una bolsa de 340,475 millones de pesos, el sector de combustibles y energía concentró 66.7% del total.

Esta contribución va en sintonía con la apuesta de Andrés Manuel López Obrador de sus grandes proyectos para el sureste del país; uno de ellos y con el que se pretende alcanzar la soberanía energética, es la refinería de Dos Bocas.

 

El talón de Aquiles

Detrás del sector de combustibles y energía se ubicó el de transporte, también conectado con las obras insignia como el Tren Maya, el Corredor Transístmico, el AIF o la terminal aérea de Tulum, con una participación de 31.2% en el total de desarrollo económico y un alza anual de 118.6%.

No obstante, esta concentración deja desprotegidos a otros sectores. El tercer lugar por monto fue la rama agropecuaria, de silvicultura, pesca y caza, que si bien presentó un incremento de 102.9%, apenas aportó 1.8% en la inversión a desarrollo económico.

Resaltan las caídas en los primeros ocho meses del año en turismo (32.6% anual real) y comunicaciones (37.5%), sectores que suman 0.2% del total de desarrollo económico.I