¿Y ahora qué hacer con las oficinas vacías?
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¿Y ahora qué hacer con las oficinas vacías?

Las restricciones a la movilidad implementadas por los distintos órganos de gobierno para mitigar los contagios de COVID-19 adelantaron la penetración del trabajo remoto en múltiples sectores económicos.

Bancos, despachos de abogados, agencias, entre muchos otros giros han tenido que ajustar sus operaciones para hacerlas a distancia, y todo apunta a que el trabajo remoto llegó para quedarse, incluso después de la pandemia.

Una de las razones del home office o teletrabajo es que para los colaboradores representa un ahorro en tiempo y costos de traslado lo cual cobra mayor relevancia en ciudades como la CDMX que es una de las más congestionadas del mundo.

Sin embargo, para los empleadores esta situación, presenta dos complicaciones, por un lado el riesgo de perder la cohesión de la organización y con ello la productividad y por otro, tener un gasto constante que se destina al espacio físico donde se desempeñan las operaciones de la empresa y que en la mayoría de los casos se mantiene subutilizado u ocioso.

Oficinas flexibles

En la Ciudad de México se concentra el 80% del inventario nacional de espacios corporativos y de acuerdo con estimaciones de consultoras de mercado como Solili, la vacancia hasta el cierre del año se colocó en 18%, niveles no vistos desde 2017.

De acuerdo con Solili, algunos propietarios han buscado la manera de no perder inquilinos con estrategias como contratos flexibles, rentas en moneda nacional, subdivisión menor de espacios, diferimiento de pagos entre otros.

Y también han comenzado a explorar la idea de reconvertir los espacios a usos comerciales, o residenciales.

Otra estrategia ha sido incorporar los espacios desocupados a plataformas de economía colaborativa. Un ejemplo es Araund, una startup mexicana que se enfoca en espacios de oficinas. Otro de los jugadores es Kokatu, que renta espacios desde salas de cine, terrazas, salas de juntas hasta oficinas por hora.

Kokatu cuenta con alrededor de 2200 propiedades en México y la mayoría de los espacios disponibles y también los más solicitados son los corporativos como salas de juntas, espacios de coworking, salones de eventos múltiples o consultorios.

“Kokatu somos una plataforma de soluciones tanto para el usuario y para el partner porque por un lado hay mucha desocupación y hay muchos espacios sin poder monetizar y por el otro, hay más usuarios que necesitan un espacio donde trabajar sin tener necesariamente compromisos a muy largo plazo” dijo el CEO, Mauricio Savariego.

Agregó que entre sus partners, es decir propietarios que colocan sus propiedades en la plataforma, se encuentran empresas de coworking, cadenas de hoteles entre otros.

Destacó que entre los usuarios hay desde profesionistas independientes, start ups, hasta grandes corporativos.

“Somos un modelo que está ayudando a la reactivación de la economía y de las empresas para que puedan regresar gradualmente a esta nueva forma de trabajo” dijo Mauricio Savariego.

El trabajo híbrido y el riesgo para la organización

Una encuesta de KPMG mostró que ha disminuido el número de empresas globales que ya han decidido mantener el trabajo remoto de forma permanente.

En agosto del 2020 el 69% de los encuestados preveía recortar el uso de las oficinas, mientras que en marzo de 2021 ese porcentaje cayó a 17%. Además el 30% considera que tendrá a la mayoría de los empleados trabajando desde casa entre dos y tres días por semana.

Este modelo híbrido presenta retos al interior de la organización, pues una deficiente cultura interna puede poner en riesgo las operaciones de la empresa.

De acuerdo con Arturo Ortiz, CEO de Birth Group LATAM la receta para una transición fallida al trabajo remoto son poca comunicación, no contar con las herramientas y no adaptarse al nuevo modelo de trabajo

“Una forma incorrecta de transitar a la descentralización es no tener las herramientas necesarias, no tener el acercamiento necesario con los colaboradores o no tener una estrategia de recursos humanos y lo más importante no cambiar el chip”.

Empezando por los directivos, agrega Ortiz, se debe saber qué es lo que va suceder. “Lo más importante es cambiar a un trabajo basado en objetivos, en donde le des la confianza a tus colaboradores y que entiendas que se van a distraer, que van a estar haciendo otras cosas. También trabajar más de manera colaborativa y delegar responsabilidades en los mandos medios”.

Birth se especializa en insideout branding, es decir en hacer que la cultura de la empresa permee desde el interior de la organización, un servicio que durante la pandemia no disminuyó en demanda.

Según comentó durante el 2020 cerraron tratos con empresas como Walmart y Lala y si bien al principio de año la inversión se estancó, se recuperó pronto.

“No es que la inversión incrementara, pero si se le ha puesto más atención a la parte de los recursos humanos” destacó. Es una tendencia global, de acuerdo con la encuesta de KPMG derivado del estrés causado por el confinamiento el 50% de las empresas globales planean fortalecer el departamento de Recursos Humanos.

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