Aunque el ambiente macroeconómico y el ánimo de los inversionistas varía un día sí y el otro también, en el sector inmobiliario la tendencia es positiva, considera Lyman Daniels, presidente de CBRE México, pues vislumbra una recuperación.
Por ejemplo, durante el tercer trimestre de 2018, el valor de las transacciones (compra-venta) por activos inmobiliarios de gran escala fue inferior a 500 millones de dólares, mientras que se estima que este año el mismo periodo cierre por encima de los 900 millones.
“Nosotros tenemos una operación (entre muchas) que es de más de 500 millones de dólares” señaló el directivo, quien prefirió no mencionar el nombre de su cliente.
De cerrar el año según sus expectativas, las transacciones superarían el promedio de 2018 y alcanzarán los niveles vistos durante el último trimestre de 2017, cuando llegó a 1,000 millones de dólares.
Daniels señaló que esto se debe a dos factores, por un lado a que el sector inmobiliario es cíclico por lo cual si ya se llegó al valle se puede esperar un repunte de la actividad, y en segundo lugar porque “cuándo la economía se está moviendo de un punto de equilibrio a uno de desequilibrio siempre hay alguien que dice: quiero comprar o quiero vender”.
Agregó que los inversionistas están valorando el riesgo de manera diferente, pues las motivaciones de las transacciones gran tamaño están cambiando.
Según sus estudios a nivel global en 2016, la principal motivación de los inversionistas era la obtención de ingresos, entendido como “distribución de rendimiento frente a otras clases de activos)”, seguido de una expectativa de mayor crecimiento del valor del capital, es decir obtención de plusvalía, y la tercera era la diversificación de los activos.
En 2019, la proporción de esas motivaciones cambió y la obtención de plusvalía perdió relevancia frente a la diversificación de los activos.
Cada uno de los segmentos se encuentra en punto diferente del ciclo, de acuerdo con el análisis de la consultora: el mercado de oficinas está en contracción por un menor ritmo en la absorción de los espacios y la hotelería se encuentra saliendo de la fase de estabilización hacia una expansión de la oferta.
La industria del retail está posicionada en expansión con 1.9 millones de metros cuadrados en construcción, mientras que el segmento industrial está en etapa de maduración pues en los principales corredores presenta una vacancia promedio de 5.6%, es decir, los menores niveles de desocupación de los últimos 20 años.