El servicio de Sistema de Transporte Colectivo Metro enfrentará la peor crisis a causa de sistemas estresados, descuido en el mantenimiento y pérdidas que representarán menos ingresos para la CDMX en medio de una pandemia que ya abonaba a la situación por las restricciones a la movilidad.
Tras un incendio al interior de las instalaciones de un centro de control vió interrumpido su servicio en seis de las 12 líneas existentes, una interrupción sin precedentes a lo largo de sus 52 años de historia.
El incendio ocurrió el 9 de enero en Delicias #67 y aunque siguen pendientes la evaluación económica de los daños y los resultados periciales, se ha comentado que inició a causa de una falla eléctrica. Esto provocó que las líneas, 1, 2, 3, 4 , 5, y 6 fueran suspendidas.
El 12 de enero se restableció el servicio de las líneas 4, 5, y 6. Quedan pendientes las tres de mayor afluencia. El dirigente del sindicato de trabajadores del Metro, Fernando Espino, dijo en una entrevista radiofónica con el periodista Ciro Gómez Leyva el martes que los trabajos para restablecer el servicio podrían prolongarse hasta por cinco meses.
Más tarde, durante su conferencia de prensa diaria, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, negó la información.
“Respetamos muchísimo al dirigente del sindicato, pero está trabajando la doctora (Florencia Serranía) con un equipo muy competente para echar a andar las líneas lo antes posible” dijo.
En un mensaje posterior, la directora del Metro y el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, informaron que las líneas restantes podrían reiniciar su funcionamiento de manera escalonada a partir de la última semana de enero.
La primera en abrir será la Línea 1, la semana siguiente se reanudará el servicio en la Línea 3 y una semana más tarde la Línea 2. Todas lo harán de manera progresiva comenzando solo con 10 trenes.
Sistemas estresados
En un solo día, estas tres líneas registran más de 200,000 viajeros; en el intervalo de un mes, suman más de nueve millones. De acuerdo con cifras de operación de la plataforma de Datos de la CDMX, durante el mes de noviembre estas tres líneas registraron 9.7 millones de usuarios.
Tras el cierre, estas personas deben encontrar alternativas de transporte. Para ello, la Semovi puso en marcha una estrategia emergente en la que otros sistemas de transporte como el Metrobús, Mexibús, Tren ligero y Concesionarios deberán absorber la demanda.
Tras el primer día de la puesta en marcha de este sistema emergente, Semovi reportó que Metrobús presentó 300,000 viajes más, y los sistemas eléctricos 55,000 viajes extra, lo que representa una carga extra a redes que ya se encontraban en problemas, como el caso del metrobús, y el transporte concesionado que ha buscado incrementar tarifas sin éxito.
Se registraron aglomeraciones y en algunos casos transporte insuficiente, para contrarrestarlo se deberá ampliar la estrategia.
“Se necesita hacer una muy buena logística para empatar la oferta con la demanda, es tener una organización muy ágil. Se podría plantear ahora que haya más carriles exclusivos para transporte público. Eso sería una solución para tener mayor velocidad de operación e incrementar la capacidad; también complementar con las ciclovías emergentes”, dijo en entrevista con EL CEO Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte.
Para los usuarios, esta situación genera distintos tipos de afectaciones en tiempos de traslado mayores, la economía de las personas al tener que tomar más sistemas de transporte y la parte psicológica y de confort de los miles de pasajeros; además de que en muchos casos deben cumplir cierto horario para trabajar, explica.
Para pequeños comerciantes, la falla en el sistema también representa afectación para sus negocios. Es el caso de Jessica Araujo, que tiene un bazar de ropa. Para ella, el Metro además de un sistema de transporte significaba un punto de encuentro, que ofrece como alternativa a las entregas que se hacen por mensajería.
“Ahora vamos a cambiar las entregas a otros puntos con más vías de acceso como Metrobús. Afortunadamente siempre podemos hacer envíos, así que espero no sea un gran problema para hacer llegar las prendas a nuestros clientes. El único problema es que ahora tengo que guardar muchas prendas hasta que se reinicie el servicio y no tengo tanto espacio disponible” dijo, a lo que se suma más gasto por tener que usar taxi o más de un sistema.
Más recursos necesarios
La pausa a causa del siniestro representará pérdidas económicas, no solo por el costo de las reparaciones, de las cuales las autoridades aún no han dado cifras, sino por la pérdida en ingresos por entradas.
De acuerdo con las cifras de la plataforma de Datos CDMX, durante un mes, como noviembre del 2020, en conjunto las tres líneas registraron ingresos por 73.1 millones de pesos.
“El sistema requiere recursos pero no debería verse reflejado en incremento en la tarifa sino por medio de esquemas de apoyo, por ejemplo del Gobierno Federal; también buscar fuentes diversas de financiamiento para la operación, por ejemplo la publicidad, el desarrollo inmobiliario. En algunos algunos países se cobra sobrecosto a la gasolina y los automovilistas subsidian, aquí fue un error eliminarla porque se podría subsidiar los sistemas de transporte público”, dijo Baranda.