Gustavo Tomé dirige un fondo especializado en negocios inmobiliarios (Nemesis Capital), uno diversificado (Davinci Capital) y una Fibra (Fibra Plus).

Es admirador de empresarios como Carlos Slim y Warren Buffett, por su capacidad de ejecutar estrategias, algo en lo que él mismo pone particular atención, justo ahora que identifica un entorno que está acumulando capas de complejidad. Pese a esto, considera que lo mejor que pueden hacer las empresas es adaptarse.

“Vemos una coyuntura más complicada de lo que veíamos antes, tenemos un entorno de altas tasas de interés, algo que impacta muchísimo en las valuaciones de los inmuebles, pero sobre todo vemos un pobre crecimiento económico que impacta ciertas ocupaciones”, comentó el directivo en entrevista con EL CEO.

Es por ejemplo el caso del segmento de espacios corporativos, que se encuentra en contracción, ya que hay menor absorción y el inventario sigue creciendo. Se estima que la CDMX cerrará 2019 con 371,225 metros cuadrados nuevos, según datos de la consultora inmobiliaria CBRE.

Sin embargo, hasta el cierre del segundo trimestre del año, la tasa de espacios desocupados fue de 30 puntos base mayor que lo registrado durante el año pasado.

A la incertidumbre de la inversión nacional se le añade una capa de complejidad que es la posible recesión global. Es ahí donde estamos en el ciclo económico, pero no se sabe si cuando entremos a la posible recesión global lo vamos a hacer con el pie izquierdo o el derecho. Y me refiero a nosotros como país, no como empresa

Gustavo Tomé 

El empresario dice que tienen incertidumbre en la parte residencial, pues cada vez hay menos usuarios calificados para acceder al crédito, porque las altas tasas de interés implican tener menos capacidad de compra para una vivienda.

También hay una menor intención de compra por diferentes factores, siendo el más importante la incertidumbre que tiene la gente de poder mantener una hipoteca, por la duda de la permanencia en el trabajo, además de que los costos de construcción siguen incrementando

En la Ciudad de México la situación se ha visto agravada por las suspensiones de los desarrollos en proceso, aunque del grupo de Tomé ninguno fue suspendido.

¿Hay oportunidades de inversión?

Gustavo Tomé dice que pese a todas las capas de complejidad, es posible encontrar oportunidades para hacer crecer los negocios y sortear las etapas de crisis.

En 2009, cuando comenzó a operar Nemesis Capital, el fondo especializado en sector inmobiliario lo hizo adquiriendo portafolios de empresas que habían caído en desgracia, como Sare.

“El grupo empezó comprando portafolios residenciales que venían de la crisis del 2007, 2008 y 2009 y que se ajustaban a nuestro segmento de negocio. Actualmente la identificación de ‘inversiones oportunistas’ es uno de las cinco ejes de negocio del fondo”.

Tomé explica que analizan todo lo que suene a oportunidad, todo lo que suene complicado. En términos internacionales se les diría en situación especial.

Nos centramos en inmuebles con problemas en la estructura del capital o en la ejecución

Considera que el sector inmobiliario tiene una ventaja: “que tiene muchísimos activos en muchísimas ubicaciones”, lo que permite maniobrar los inmuebles según los contextos locales de cada proyecto.

“Puedes tener el mismo centro comercial, es decir, mismo activo, mismos inquilinos, mismos costos de construcción, pero uno está por ejemplo en una ciudad en expansión como Cabo San Lucas y el otro en CDMX, lo que vas a tener es un centro comercial boyante y el recesivo”.

Tomé dice que por esto los inversionistas deben ser mucho más abiertos, aunque cuidadosos, en la selección de oportunidades.

“También pensar cuál va ser el futuro de cómo se van a transformar los usos de los inmuebles en cada uno de los segmentos”, es decir, cuáles son los cambios que se avecinan por ejemplo en el segmento de centros comerciales con la entrada del comercio electrónico, el auge de los espacios corporativos colaborativos o virtuales como WeWork, o la automatización de la manufactura en el segmento industrial.

Ante este escenario, el directivo ha encontrado oportunidad en el mercado residencial de renta, segmento que está atrayendo cada vez a más inversionistas.

“El mercado residencial de renta tiene oportunidades de largo plazo porque estás en un entorno en el que por las tasas de interés prefieres pagar una renta que una hipoteca, además de que aún no está muy seguro que los jóvenes tengan intenciones de adquirir vivienda como se hacía en el pasado”, comenta.