La demanda en nuestros hoteles ha disminuido significativamente, como no existía precedente en la industria en los últimos 50 años. Así leía un aviso de la hotelera Grupo Posadas, ante la epidemia del COVID-19, que terminó por mermar sus planes para este año.
El 23 de marzo, a través de un evento relevante enviado a La Bolsa Mexicana de Valores, Grupo Posadas informó de los cierres como respuesta a las disposiciones de la Secretaría de Salud y una significativa baja en la ocupación.
Mientras que en condiciones regulares la ocupación se situaba en 65%, hasta el momento del aviso se encontraba en 20%.
Calificaciones a la baja
El cierre operativo en conjunto con las expectativas por el freno total en el turismo nacional e internacional disminuyen las expectativas sobre la empresa. Hasta el momento del aviso, las calificaciones asignadas eran:
Standard & Poor’s: Escala global “B” con perspectiva negativa.
Fitch: Escala global Issuer Default Rating (IDR) “CCC+” y escala local “B-(mex)” con perspectiva negativa.
Moody´s: Escala global “B2” en revisión para una posible baja de calificación.
La baja en la calificación fue notificada cuatro días después. Entre los motivos de Moody´s, destaca la afectación por la diferencia en el precio del dólar y que la empresa genera únicamente 30% del flujo en esa moneda.
Además prevé que la empresa enfrenta “una necesidad cada vez mayor de refinanciar sus vencimientos de 2022 en un momento de turbulencia en los mercados de capitales” indicó Moody´s.
Grupo Posadas no está exento de abrir sus líneas de crédito para hacer frente a la situación, dijo a EL CEO Armando Rodríguez, director general de análisis de Signum Research.
De acuerdo con el analista, el reto para la empresa de cara al primer reporte trimestral del año será por un lado lograr flexibilidad dentro de los compromisos crediticios y gastos fijos como los pagos prediales además de los operativos durante el tiempo que se mantengan el cierre obligatorio.
Por ahora, los efectos de la baja en ocupación se verán reflejados principalmente en los meses de marzo, y abril, pues en los dos primeros del año, la empresa tenía ocupaciones regulares.
Los planes que podrían quedarse en el tintero
Al momento de notificar el cierre de las instalaciones también precisó que cambiaron las expectativas propias.
“Posadas retira sus perspectivas sobre su condición financiera, de negocio y resultado de operaciones para el ejercicio 2020 que se presentaron en la conferencia de resultados operativos y financieros del 4T19 celebrada el 27 de febrero de 2020, hasta no tener una mayor claridad del entorno”.
El compromiso hasta el último trimestre del 2019 era incorporara 36 nuevos hoteles y 7,558 cuartos adicionales en el país, para lo cual se consideró una inversión de 25,814 millones de dólares.
El 95% de estos recursos proviene de inversionistas independientes a la compañía y el 5% corresponde a la aportación del grupo.
“Las aperturas respecto de estos hoteles comenzarán durante el primer trimestre de 2020, y de acuerdo a los compromisos asumidos por los propietarios de dichos inmuebles, se estima que la mayoría estén en operación en 2022” indica el reporte de la empresa.
Mientras que se tenía planeado para a operar un hotel de la línea Live Aqua por un periodo de 15 años en Punta Cana República Dominicana durante el segundo trimestre del 2020.