La variación en los precios de los insumos utilizados por la industria de la construcción llegó en junio a su punto más bajo desde 2014. El problema fue la baja de inversión pública, entre otros factores.

El incremento de los precios de los materiales durante los últimos tres meses de 2018 se mantuvo alrededor del 10%, alcanzando el techo en septiembre, cuando llegó a 10.5%, desde entonces a la fecha el indicador ha ido a la baja.

El principal motivo es que las empresas constructoras han disminuido su actividad, según el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO).

“El ciclo recesivo que actualmente se encuentra experimentando la actividad productiva de la industria de la construcción se ha traducido en una reducción en la demanda de materiales e insumos”, indica el estudio ‘Tendencias de precios del mes de junio’, elaborado por el CEESCO.

En marzo las empresas del sector hilaron tres meses consecutivos de presentar decrecimiento en el valor de su producción, es decir, en los ingresos registrados por sus actividades productivas, según datos arrojados por INEGI.

La falta de dinamismo se debe, en parte, a que “las tasas de interés que se han mantenido relativamente altas e inhiben la realización de nuevos proyectos de construcción con capital privado”, detalla el documento.

Aunque la falta de inversión pública es lo que ha impactado en mayor medida, pese a que representa el 36.9% del total del valor de producción de las empresas.

“Si bien la inversión privada no está boyante, tampoco está cayendo; tiene ligeros crecimientos, por eso decimos que el principal factor es la reducción de la inversión privada” dijo José Antonio Hernández Balbuena, director del CEESCO.

Hasta mayo, el avance del Presupuesto de Egresos de la Federación en obra pública era de 17.8% según el análisis de la Cámara Méxicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

El subejercicio del presupuesto tiene como consecuencia que se invirtiera 16.4% menos, en relación con el mismo periodo del año anterior, una diferencia de 34,000 millones de pesos, por lo cual se detiene el número de proyectos que incrementarían la demanda de insumos.

La expectativa es que el sector se reactive durante la segund mitad del año con lo cual la demanda de los insumos podría volver subir y generar un nuevo incremento en sus precios, aunque el techo estimado es de 5%, según el director del CEESCO.

Si la actividad repunta como esperamos que ocurra el crecimiento de los precios de los insumos se incrementa en rango de entre 3.1% y 5%, en términos anuales. Aunque no creemos que pasé del 5%, no se ve que llegue a más la demanda.