En Estados Unidos hay 11.2 millones de metros cuadrados de espacio corporativo disponible, sin embargo Google (Alphabet) los despreció todos y decidió instalar su nuevo cuartel general en un antiguo centro comercial.

Se espera que la remodelación sea mayor, sólo conservarán los techos altos y los tragaluces.

“Esos centros comerciales pueden llegar a tener múltiples ventajas como que están bien ubicados o tienen mucho estacionamiento”, además de la oportunidad que representa el reinventar el concepto de oficinas, algo en lo que Google y algunas otras empresas tecnológicas son expertas, considera Juan Carlos Baumgartner, director del despacho de arquitectura Space.

Las oficinas de Google cuentan con gimnasios, bibliotecas, salas de relajación, de descanso y de juegos, con el objetivo de mantener a sus colaboradores en el mejor ambiente laboral posible.

(Cortesía WeWork)

Es una filosofía de diseño que pone en el centro al usuario, explica Baumgartner. Su despacho diseñó parte del espacio corporativo de Google en México y de Microsoft, entre una extensa lista de empresas.

Esa filosofía aumenta la productividad de los colaboradores hasta en un 20%, según el estudio Ergonomía: herramientas y enfoques, del Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo.

No es que las empresas de tecnología sean las creadoras de este concepto o las únicas que lo utilizan, sino que la expansión de esta visión arquitectónica coincidió con el auge de startups disruptivas cuya cultura corporativa coincide en poner especial atención a las personas, explica el arquitecto.

Es también el caso de WeWork, que encontró en el diseño de espacios abiertos, salas de juntas, amenidades, juegos, espacios exteriores y cocinas comunales, una manera de atraer colaboradores y de agregar valor a sus negocios.

(Cortesía WeWork)

“Buscamos crear lugares acogedores que fomenten la conexión entre miembros para co-existir como comunidad. Se diseñan espacios que promueven diferentes niveles de interacción”, explica Cristina Crespo, directora de Diseño WeWork LATAM.

Crespo considera que todos los elementos del entorno físico de la oficina impactan en la manera en la que las personas se desempeñan, concentran e interactúan.

“Estamos convencidos de que el espacio no es nada más un contenedor, sino un objeto que nos construye de regreso”, opina el arquitecto Baumgartner, de tal manera que, por ejemplo, colores vivos o la presencia de obras de arte puede activar la capacidad creativa y de innovación de los colaboradores.

Un ambiente adecuado de trabajo enfocado en el bienestar de las personas puede traer beneficios como la reducción en costos de salud y gastos médicos de los colaboradores, disminuir el ausentismo y aumentar la productividad, indica PwC.

En WeWork las ubicaciones de las oficinas se deciden a partir de un análisis sobre la zona, los accesos, comercios adyacentes, el perfil demográfico del vecindario y transportes, entre otros. Con base en dicho análisis establecen el desarrollo del proyecto y elementos operacionales.

En el caso de Space, analizan la interacción de los miembros en el espacio para identificar sus principales necesidades, por ejemplo cuáles son las áreas de la empresa que necesitan estar en mayor coordinación o donde pasan mayor parte del tiempo los colaboradores.

Diseñar a partir de esa información incluso puede traer ventajas económicas, considera Julian Antonio Terminel, coordinador de la Asociación Mexicana de Interiorismo Corporativo, ya que se pueden hacer más eficientes las oficinas y en algunos casos eso significa poder reducir el espacio arrendado.

Traje a la medida

De acuerdo con Baumgartner, otras industrias y empresas ya comienzan a pensar en el espacio corporativo como un actor activo en la organización, aunque la transición debe ir de la mano con su cultura corporativa y en función de la dinámica de la empresa.

“No todas son Google, así que se deben hacer los trajes a la medida. Muchas organizaciones únicamente copian el concepto y eso al final les resulta contraproducente”.

Antonio Terminel coincide en que organizaciones con una estructura rígida no pueden cambiar de un día para otro el diseño interior de sus oficinas, “es por medio de un change management que vas cambiando los procesos, para que cuando llegue el nuevo espacio los usuarios sepan cómo reaccionar”.

Si los miembros de la organización se enfrentan a un cambio abrupto se puede generar rechazo a la evolución de la empresa y no obtener los resultados esperados.

El mobiliario también incide, opina Terminel, ya que con mayor ergonomía se mitiga la incomodidad y reduce la desconcentración “si te sientes cómodo vas a trabajar mejor”.

Según Baumgartner se trata de una tendencia global “a la que no te puedes quedar ajeno”.