El comercio minorista, principal indicador del gasto de las familias mexicanas, enfrentó una “triste” Navidad, ya que las ventas de este tipo de establecimientos se contrajeron, por segunda vez al hilo, en el último mes de 2023.
Esto significa que el repunte de la inflación en diciembre, más las elevadas tasas de interés, pesaron más que los bajos niveles de desempleo, el alza en el salario mínimo, los recursos por programas federales y las remesas.
Los ingresos de negocios al por menor disminuyeron 0.89% a tasa mensual durante diciembre pasado, de acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El peor resultado en nueve meses
Esta variación negativa representó el segundo descenso al hilo, así como el peor resultado en los últimos nueve meses. De los 22 giros de negocios considerados, sólo las ventas cayeron en ocho, el crecimiento en el resto no evitó que el total nacional retrocediera.
Lo anterior, debido a que las ramas económicas de mayor peso en el comercio minorista se contrajeron como tiendas de autoservicio, abarrotes y alimentos, automóviles y ropa.
El comercio se deterioró a pesar de que los niveles de desempleo se mantuvieron cercanos a sus niveles mínimos históricos en diciembre (2.8%), pero su caída fue congruente con el empeoramiento en la confianza del consumidor, que bajó 0.4 puntos en diciembre, y, en mayor medida, por el repunte en la inflación, que se aceleró a 4.66% anual, y a que las condiciones crediticias siguen siendo restrictivas
detallaron analistas Ve por Más.
Aceleración económica en el primer trimestre de 2024
A tasa anual, las ventas del comercio minorista apenas aumentaron 0.7% en diciembre del año pasado, que fue el menor nivel desde enero de 2021 (-2.3%), es decir, en los últimos 35 meses.
En todo 2023, los ingresos de los establecimientos al por menor en el país obtuvieron un alza de 3.7%, superando únicamente a la baja de 8.7% en 2020, año de la pandemia.
Para los analistas de Banorte, la economía se acelerará en el primer semestre de 2024, expectativa que incorpora un impulso relevante del consumo, el cual se verá altamente beneficiado por un mayor ingreso disponible de los hogares.
Por el contrario, es probable que algunos factores que ayudaron se desvanezcan en la segunda parte del año. Respecto al primer semestre, el grupo financiero señaló que la mejoría estaría dictada no sólo por los fundamentales, sino también por:
- La entrada en vigor del aumento del 20% del salario mínimo –el cual esperamos que esté acompañado de un ‘efecto faro’ más relevante
- El adelanto de los pagos de programas sociales (por ejemplo, los beneficiarios de la pensión de adultos mayores recibirán los recursos de dos bimestres entre finales de enero y mediados de febrero, volviendo a recibir una transferencia hasta julio).
- Se mantiene una visión positiva sobre el empleo y las remesas
- La expectativa sobre el crédito al consumo es favorable, lo que permitirá a algunos hogares continuar financiando su gasto
Los elementos que afectarán
No obstante, Banorte reconoció algunos vientos en contra que podrían acotar el dinamismo, incluyendo:
- Tasas de interés aún altas
- Renovadas presiones inflacionarias –que al inicio del año se centraron en los alimentos, pero que también podrían verse en los energéticos en el corto plazo
- El efecto negativo de la fortaleza del peso en las remesas
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