Las empresas refresqueras en México no sólo se centran en Coca Cola o Pepsi. En el país hay una gran variedad de marcas de bebidas que son reconocidas por los consumidores, como es el caso de Chaparritas.
Esta bebida es una de las que, por mucho tiempo, ha quedado marcada en la memoria de los mexicanos gracias a su presentación, la cual se basa en ser un producto con un envase compacto, y que ha dado la inspiración para su nombre.
La bebida no gasificada cumplió 86 años de venderse en el territorio mexicano en este 2023, pero se conoce poco sobre quién es su dueño.
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Chaparritas y su dueño poco conocido
La bebida nació en el año 1937 cuando la empresa Del Fruto decidió sacar su primer producto sin gas en México.
El éxito del diseño de su envase lo convirtió en un producto diferente para posicionarse entre los consumidores. Inicialmente, el refresco era conocido como “El Naranjo”, hasta que en el año 1953 la empresa decide cambiarle el nombre a “Chaparritas” al darse cuenta el posicionamiento que tenía en el mercado con ese sobrenombre.
Tras esta decisión los dueños vieron la oportunidad de que la marca siguiera presente en el país y tras 70 años con su nuevo nombre es un referente en la cultura mexicana.
Hoy su dueño sigue siendo el mismo, Del Fruto, una compañía que ofrece productos elaborados a través de los más altos estándares de calidad y servicio.
Además de Chaparritas, dentro de sus otras propiedades destacan las marcas Sangría Señorial y Barrilitos.
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La problemática de Chaparritas con la Profeco
En las últimas semanas, la compañía se ha visto inmiscuida en una serie de señalamientos por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que puso en su foco de estudio a 46 refrescos populares con el fin de detallar la calidad y la información ofrecida por su fabricantes.
Dentro de estas marcas destacan las de Del Fruto, que de acuerdo con la dependencia, no detallan la declaración de azúcares añadidos que incorporan a sus productos.
El etiquetado del refresco de sabor de ponche tropical de Barrilitos señala que contiene fructosa, pero la Profeco señaló que su etiquetado debe resaltar que se trata de jarabe de alta fructosa
En el caso del refresco de 250 mililitros de Chaparritas, el jarabe de azúcar de caña se ha de especificar como jarabe de azúcar invertido.