Los aún elevados niveles inflacionarios en Estados Unidos y el estancamiento de su mercado laboral ocasionaron que el envío de remesas a México se contrajera en el primer mes del 2023.
Esta situación preocupa a la economía mexicana debido a que es una de las principales fuentes de ingresos para el consumo de las familias.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), las remesas sumaron 5,188 millones de dólares en enero del año en curso.
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Dicho monto significó una caída de 1.49% respecto a diciembre del año pasado, tras registrar un crecimiento de 5.29% en el último mes del 2022.
Los principales factores son la inflación estadounidense, que llegó a 6.41% anual al inicio del 2023, la segunda tasa más elevada en 41 años para un mes de enero, así como la tasa de desempleo en la Unión Americana, que se colocó en 3.4% de la población activa, sin presentar grandes cambios con meses previos.
La disminución en las remesas mete presión al consumo privado, que según los mercados, desacelerará en este 2023 por la merma en el poder de compra de los hogares.