La apreciación que el peso mexicano experimenta este año llevó a la moneda nacional a tocar su mejor nivel frente al dólar desde los inicios del confinamiento por la pandemia de COVID-19 en 2020.
El peso es una de las pocas monedas emergentes que se aprecian ante el dólar durante 2022, junto con el sol peruano, el real brasileño y el rublo ruso, entre una canasta de 23 divisas, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Al cierre de la jornada del martes, el tipo de cambio se ubicó en 19.2367 pesos por dólar, nivel no observado desde el 26 de febrero de 2020, según las cifras que Banco de México (Banxico) actualiza cada día.
Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha presumido en reiteradas ocasiones que el peso es de las monedas más fuertes en la actualidad.
Sin embargo, el rally del peso mexicano no es del todo positivo.
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Exportaciones menos competitivas
El hecho de tener una moneda que cotiza a niveles estables, en términos de la balanza comercial, hace que las exportaciones de productos mexicanos a otros países sean menos competitivas.
Cuando una divisa se fortalece, sucede que el país pierde competitividad y afecta sus exportaciones porque para los extranjeros hay un encarecimiento en términos nominales
explicó Jesús López, subdirector de análisis económico en Banco Base.
El agente importador debe pagar la compra de las mercancías en la moneda del país que exporta. Si hay una revalorización de la moneda del país exportador, merma la capacidad adquisitiva del importador.
Las cifras más recientes del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) indican que las exportaciones totales del país crecieron 17.7% anual en octubre, resultado de incrementos tanto de las exportaciones petroleras como de las no petroleras.
Menos flujo en turismo
En momentos de una apreciación tan significativa como la que el peso experimenta en la actualidad puede haber un efecto negativo para el turismo, debido a que se reduce el poder adquisitivo de los extranjeros que llegan al país.
La apreciación del peso le termina pegando a algunos de los flujos importantes que tiene el país, sobre todo el turismo
comentó James Salazar, subdirector de análisis económico en CIBanco.
La diferencia cambiaria provoca que, por ejemplo, los turistas que provienen de Estados Unidos reciban menos pesos por sus dólares para consumir en los destinos que visitan.
Remesas ‘rinden menos’
Algo similar ocurre con el envío de remesas por parte de connacionales que viven en otros países, pues un peso más fuerte implica que se entreguen menos unidades en moneda local por billete verde.
Para ponerlo en términos coloquiales, la apreciación del peso hace que el valor del dólar frente a la divisa mexicana disminuya, lo que también reduce el poder adquisitivo de quienes compran bienes y servicios en dólares.
Sin embargo, los analistas consultados coinciden en que el envío récord de remesas a México este año es uno de los factores clave en la apreciación del peso mexicano, por el flujo de dólares que ha ingresado al país.
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Factores positivos
Aunque la apreciación de la moneda azteca puede tener implicaciones negativas para la economía nacional, el escenario aún es alentador. “La apreciación ha sido gradual y tampoco ha sido tan fuerte”, dijo López.
México es un país exportador, pero también depende en gran medida de las importaciones, particularmente de bienes de consumo, insumos y bienes de capital. En este sentido, la apreciación del peso puede ser un catalizador.
“Un peso fuerte termina favoreciendo a reducir presiones inflacionarias del exterior que pudieran tener por el efecto cambiario”, mencionó Salazar.
Además, contribuye a reducir el costo financiero de la deuda del gobierno, que en su mayoría está denominada en dólares.
En tanto, a diferencia de lo que pasa con los turistas que llegan a México, los viajeros mexicanos elevan su poder adquisitivo al hacer la conversión a otras monedas.
Banco Base estima que el tipo de cambio se consolidará entre los 19.18 y los 19.30 pesos por dólar en las jornadas siguientes, pero también podría acercarse a los niveles de 18 unidades por dólar, un nivel que no se observa desde el inicio de la pandemia.
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