Rodrigo A. Rosales
A pesar de la crisis que vive el sector automotriz, la industria manufacturera nacional superó sus niveles prepandémicos de producción durante el 2021, debido al dinamismo, principalmente, de las actividades petrolera, de hierro y acero y de la cerveza.
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El valor de producción de la manufactura mexicana ascendió a 9.01 billones de pesos el año pasado, lo que significó un crecimiento anual del 11.5% la mayor variación anual registrada desde el 2013, año que inicia la base de datos actualizada del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además de presentar un monto histórico, el valor de la producción manufacturera rebasó los registros del 2019, año previo a la pandemia de COVID-19.
Es decir, la manufactura de México se encontró 1.4%, en términos reales, por arriba de los niveles de producción de hace dos años.
Este aumento derivó del comportamiento positivo de sus industrias con mayor valor: refinación de petróleo con un alza de 21.6% real frente al 2019, fabricación de productos de hierro y acero en 56.7%, elaboración de cerveza con 10.9% y complejos siderúrgicos en 20.9%.
Otros incrementos importantes, ordenados por mayores montos, se dieron en fabricación de petroquímicos básicos del gas natural y del petróleo refinado en 10.6%, fabricación de aparatos de línea blanca con 23.1%, fabricación de preparaciones farmacéuticas en 19.8% y elaboración de alimentos para animales en 19.8%.
En conjunto, las ramas económicas referidas representaron 17.9% del valor total de producción manufacturera en el país.
Industria automotríz, sin arrancar
Al otro extremo se encontró la industria automotriz, cuya crisis se debe al desabasto mundial de insumos que ha impactado en los procesos de producción, consecuencia del COVID-19.
Los dos pilares manufactureros, en cuanto a su aportación productiva, quedaron por debajo de los niveles prepandemia: fabricación de automóviles y camionetas en 14.5% menos en relación al 2019; y fabricación de camiones y tractocamiones en 6.3%; ambos contribuyeron el año pasado con 17.3% del total de producción.
Otras ramas automotrices con caídas fueron fabricación de otras partes para vehículos en 10.4%, fabricación de motores y sus partes para automóviles en 7.1%, fabricación de equipo eléctrico y electrónico y sus partes para vehículos en 7.9% y fabricación de partes de sistemas de transmisión para autos en 13.7%.
Si bien la fabricación de automóviles y camionetas se contrajo 4.4% real, que es el principal bastión manufacturero al concentrar 12.6% del valor total, otras ramas compensaron dicha disminución, como la fabricación de camiones y tractocamiones (incremento de 19.0%) y refinería de petróleo (72.4%).