La propuesta de reforma a las pensiones que presentó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador el viernes a la Cámara de Diputados no es clara y genera más dudas sobre cómo las administradoras de fondos para el retiro (Afores) cobrarán a los trabajadores por administrar el ahorro de su pensión.

Esta se aleja de lo que ya se había acordado en 2019 entre el gobierno y las afores de reducir las comisiones entre 2020 y 2024 para llegar a niveles internacionales del 0.7%.

Ahora, la iniciativa propone establecer un monto máximo en las comisiones que cobran las 10 Afores que conforman el mercado. Para ello, se tomará un promedio de las comisiones que se cobran en Estados Unidos, Colombia y Chile.

En caso de que las comisiones de dichos países bajen, se aplicará la misma reducción en las afores y en caso contrario, se mantendrá el promedio que al momento se esté aplicando, según la propuesta que fue entregada el 25 de septiembre.

 Fue un anuncio que nos tomó por sorpresa, no es lo que originalmente se había negociado y de lo que se anunció en julio

dijo Jorge Sánchez Tello director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), organismo que participó en la propuesta del proyecto de reforma.

El promedio que cobran las afores por administrar el ahorro de los más de 67.3 millones de trabajadores es de 0.92% sobre saldo, de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

La iniciativa del Ejecutivo argumenta que esta comisión es muy alta si se compara con el promedio que cobran diferentes fondos de inversión dentro del sistema financiero mexicano, que está entre 0.30% y 0.40%.

De las comisiones que cobraron las Afores en 2019, el 58% lo destinaron a gasto operativo y 42% a gasto comercial. Por ello, se está proponiendo un monto máximo de comisión para que se realicen mayores gastos en beneficio del trabajador.

Si se reduce el gasto comercial se daría un amplio margen para que puedan reducir sus comisiones a estándares internacionales, lo que contribuirá en el incremento de las pensiones de los trabajadores, dice la iniciativa.

“El problema es que no hay una metodología clara en el cálculo de las comisiones y eso se puede interpretar como un intento de control de precios, lo que generará más incertidumbre en el país”, expuso Sánchez Tello.

Las comisiones que cobren las afores deben ser lo más claras y transparentes para los trabajadores, consideró Pedro Vásquez Colmenares, socio director de Marpex y autor del libro Pensiones en México: la próxima crisis.

Lo lógico sería que las Afores cobren una cuota fija por la administración de los recursos y que se cobre una cuota adicional por el rendimiento que dan a los trabajadores. Es decir, que se cobre solo la diferencia por los rendimientos que realmente se obtuvieron

 comentó Vásquez Colmenares.

Esto sería un sistema más claro, donde las afores tendrían asegurada una base de ingreso para su administración, pero tendrían el incentivo de que las que generen más rendimiento cobren más, expuso el especialista.

Las comisiones de las afores vivieron una reforma en 2008 para que todas cobraran de una sola manera, es decir, sobre el saldo de la cuenta del trabajador. Antes se cobraba de tres formas distintas: sobre saldo, sobre flujo o un sistema mixto.

A partir de esa reforma, en el mes de noviembre de cada año, las afores presentan a la Consar una propuesta de comisión que cobrarán para el siguiente año, la cual debe ser evaluada y aprobada por el regulador.

Las 10 afores han reducido sus comisiones en un promedio de 0.97 puntos porcentuales entre 2008 y 2020, al pasar de 1.90% a 0.92%, indican datos de Consar.

Las afores que más han bajado su comisión entre 2008 y 2020 son Coppel, de 3.30% a 0.98%; Invercap, de 2.48% a 0.98%. En tanto las que menos han reducido son Pensionissste, al pasarla de 1% a 0.79% y Sura, de 1.74% a 0.92%.

El punto es que no necesariamente la afore que cobra menor comisión es la que da mejores rendimientos y es algo que parece que no se está considerando en la propuesta de reforma

explicó Sánchez Tello.

Fue un cambio radical a la propuesta original que se tenía negociada y consensuada y puede empañar el acuerdo que se hizo de reducir las semanas de cotización, aumentar las aportaciones y elevar la pensión mínima garantizada, agregó el especialista.