“Demasiado grande para caer” (too big to fail) fue una frase que se puso en duda cuando Lehman Brothers, el banco de inversión estadounidense, cayó en bancarrota el 15 de septiembre del 2008.
En 2020, la estadounidense Boeing vuelve a poner a prueba la frase.
El precio de las acciones de la firma aeronáutica ha caído 71.83% desde su máximo histórico del 1 de marzo de 2019, de 440.62 dólares. En la jornada del martes, los títulos de la empresa cerraron en 124.14 dólares, su nivel más bajo desde junio de 2016.
El coronavirus es la cereza de pastel en la historia de Boeing que, en apariencia, es la Lehman Brothers de 2020. Veremos si el gobierno de Estados Unidos la rescata o no
dijo Pattie Jabbaz a EL CEO, socia fundadora de Jabbaz & Assoc.
Boeing ha dicho que emplea a 160,000 personas y 17,000 proveedores dependen de la compañía. Sin la ayuda del gobierno, el sector de fabricación de aviación de Estados Unidos podría colapsar.
Un fracaso de modelo
Los problemas de Boeing iniciaron en octubre de 2018, cuando un avión 737 MAX, de la aerolínea Lion Air, de Indonesia, tuvo un accidente que dejó 189 muertos. Lo que parecía ser un problema aislado, se volvió sistémico y el 10 de marzo, otro 737 MAX, de Etiopian Airlines, causó la muerte de 157 personas.
Después de los accidentes, todos los 737 MAX fueron obligados a aterrizar en marzo de 2019. Los estragos causados por el modelo fallido de Boeing la llevaron a reportar ese año su primera pérdida anual desde 1997. El año pasado, la compañía perdió 636 millones de dólares.
La propagación del COVID-19, nombre científico del coronavirus, a nivel mundial y la prohibición de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, de vuelos entre Europa y Estados Unidos por 30 días, han empeorado la situación de Boeing.
Las empresas con una menor fortaleza en su balance financiero podrían ser las primeras en recibir la baja de sus calificaciones y así podría continuar hasta que se levanten las medidas, para evitar la propagación del coronavirus, de los distintos gobiernos
Fernando Bolaños, gerente de análisis de Grupo Financiero Monex.
La puesta en tierra del 737 MAX y la reducción del tráfico aéreo llevó a S&P Global Ratings a bajar la calificación crediticia de Boeing a ‘BBB’, apenas dos escalones por encima de considerarla como basura.
Los sectores que no pueden huir de un recorte de calificación son los ‘adelantados’ como aviación, cruceros y hoteles. En algunos casos ya tenían una situación financiera comprometida y ante la pérdida masiva de flujo de efectivo están en riesgo inminente de quiebra
Amín Vera, director de análisis económico de Black WallStreet Capital.
El respaldo
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, dijo el martes en conferencia de prensa que Boeing fue golpeada de muchas maneras, por lo que la protegerán y ayudarán. El apoyo también incluye a proveedores como General Electric, que produce motores de aviones.
Las aerolíneas estadounidenses y los transportistas de carga han dicho que buscan, al menos, 58,000 millones de dólares en préstamos, junto con estímulos fiscales, mientras que los aeropuertos han buscado 10,000 millones de dólares.
“Cuanto más demoren los hogares y las empresas en reanudar la actividad normal, mayor será el impacto económico. De todos los sectores, las líneas aéreas y los segmentos de alojamiento son los más vulnerables, ya que existe un exceso de capacidad y una menor demanda”, publicó Moody’s Investors Service.
Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, planea entregar un paquete de estímulos económicos por un billón de dólares. A lo que se sumarían préstamos por parte de la Reserva Federal a empresas.
Si hay un talón de Aquiles en Estados Unidos es Boeing y Trump dejó en claro que no quiere ver a ninguna aerolínea o empresa del sector aeronáutico quebrar
dijo Jabbaz.