La ruptura entre Rusia y la OPEP, aunado a la reducción de la demanda petrolera como consecuencia del coronavirus han provocado circunstancias adversas para Pemex, que verá una disminución en la rentabilidad de sus campos, y que podría tener que detener sus inversiones en el corto plazo para sobrevivir a la crisis, explicaron expertos.
Si me hubieran preguntado cómo encontrar la tormenta perfecta, en el manual hubiera puesto lo que hizo este gobierno
Víctor Ramírez, analista energético
Los indicadores del precio del barril a nivel mundial están cayendo, explicó David Rosales, Socio de Midstream & Downstream en la consultora Talanza Energy, por lo que la primer pregunta a responder tendría que ser de dónde se van a obtener los recursos que se preveía cubrir con un precio superior de la mezcla mexicana.
El número de campos de Pemex que resultan redituables con este valor de la mezcla se reduce considerablemente, por lo que la decisión de seguir impulsando la producción total de la compañía podría significar pérdidas económicas importantes. Además, estas complicaciones tendrían que llevar a un replanteamiento de las prioridades del uso de recursos, ya que el flujo bajará en el corto plazo.
“Hay un montón de cosas que se tenían presupuestadas y sin ese flujo de ingresos se tendrán que tomar decisiones en cuanto a recortes. Dos Bocas, programas sociales, dinero a los estados, etc. Los proveedores de Pemex ya estaban en mínimos una vez más”, explicó Rosales.
Calcaneo concuerda: “Dos Bocas es más problema que solución porque te quita recursos. La construcción debería ser la prioridad 35 y hay otros 34 puntos sin hacer para construir esa refinería. El dinero idealmente se tendría que invertir en exploración y producción”.
La participación de las empresas privadas significa que la viabilidad de algunos campos activos podría haberse visto beneficiada si se siguiera utilizando la figura de farmouts tal y como se planteó en la administración anterior, consideró Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos para IHS Markit.
Sin embargo, Rosales advirtió que los campos correspondientes a las rondas 3.2 y 3.3 en estos momentos tendrían buenas perspectivas para seguir operando, pero que no se encontrarían en el momento adecuado para producir.
El precio actual del petróleo no afecta la viabilidad de proyectos como exploración en aguas profundas, que normalmente están proyectados a más de ocho años. El impacto de la caída de precios en la cobertura de Hacienda también es complicado de calcular, ya que estas toman el precio promedio anual del barril, señaló Víctor Ramírez, analista energético.
Rosales destacó también que las calificadoras se encuentran en una revisión constante, y que esta podría ocurrir a Pemex en cualquier momento. El experto señaló que esto se traduciría en complicaciones para que CFE, Pemex o Hacienda colocaran deuda, lo que podría afectar el acceso a buenas tasas en los mercados.
Entre los analistas del sector existe un debate sobre la forma más sencilla de proteger a Pemex de la crisis, y algunos han señalado que la empresa ‘debería declararse muerta’, aunque admiten que esto es políticamente imposible.
Para Rosales, el método más sencillo para sobrellevar la tormenta sería parar las labores de refinación, detener las inversiones por al menos tres meses y abrir la importación de gasolinas y la exploración de crudo a privados.
Todo esto sin reducir aún más los flujos de caja hacia los proveedores a los que la empresa adeuda, pues esto limitaría su habilidad de competir.
Los expertos concordaron en que la única buena noticia de la situación actual es una posible baja a los precios de compra de la gasolina que México importa, aunque advirtieron que la actual administración podría utilizar esta baja para elevar el IEPS y resarcir así parte de las pérdidas por concepto de ingresos petroleros.
Calcaneo recordó también que esta crisis del sector petrolero es autoinflingida y que, si las situación se torna demasiado complicada para los actores, tanto Rusia como Arabia podrían tomar medidas para que las condiciones volvieran al estado en que se encontraban el viernes pasado.