A principios de enero quedó habilitado un módulo para inscribir los activos virtuales o criptoactivos como actividad vulnerable para el cumplimiento de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI).
Sin embargo, el umbral anunciado por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, es tan bajo que podría dificultar la correcta detección de operaciones sospechosas.
Lo que la autoridad indicó es que el uso de activos virtuales es susceptible de realizar actividades vulnerables y por ende está sujeta a realizar ciertos reporteos para tratar de identificar a los clientes que están usando estos sistemas
Carlos Valderrama, cofundador del despacho especializado en blockchain y fintech LegalParadox
A partir de las operaciones realizadas el 2 de abril de 2020, las plataformas que compran y venden activos virtuales tienen que reportar al Sistema de Administración Tributaria (SAT) cuando hagan operaciones por una cantidad igual o superior al equivalente de 645 Unidades de Medida y Actualización (UMAs), que equivale a 56,037 pesos.
Valderrama considera que este umbral es muy bajo y puede provocar que se generen bastantes reportes que impidan identificar las transacciones que realmente sean sospechosas.
“La autoridad se llenó de reportes porque los umbrales estaban muy bajos y después se hicieron adecuaciones en cuanto a la regulación para no considerar todo el universo que le estaba llegando porque es humanamente posible, a menos que tengan sistemas de inteligencia artificial”, dijo.
Valderrama considera que sí habrá operaciones que van a ser de dudosa procedencia, pero el cuestionamiento que realiza es cómo se va a encontrar esa operación y qué tipo de información van a estar recibiendo las autoridades. Es decir, si los reportes son de calidad y no significa la cantidad.
Cipactli Jimémez, cofundador de Snowball.mx, ecosistema de inversión, plantea que aún quedan dudas sobre cómo procederá la autoridad posterior al reporte de las transacciones.
“La gran pregunta es: lo reportamos y ahora que lo hicimos cuánto me va a costar que lo sepas. Esa es la parte donde muchos levantamos la ceja. Es la parte más sensible del proceso y que muchas veces es lo que aleja a la gente de los temas fiscales, de no querer regalar el fruto de tu trabajo que lleva inmerso la ganancia respecto a esa inversión”.
Tecnología, necesaria para monitorear reportes
Debido a la posible saturación de reportes, Carlos Valderrama se pregunta sobre cuál será la inteligencia detrás del reporteo para identificar los casos sospechosos.
Valderrama ejemplifica que en 2011, el SAT adquirió sistemas de inteligencia artificial que le permitían mediante algoritmos medir cuáles eran las facturas que se emitían de manera falsa desde empresas fantasmas.
Un sistema así necesita la UIF en el que le permita discriminar del universo de miles de transacciones realizadas no solo en México , porque los exchage no solo transaccionan con usuarios mexicanos , sino también con usuarios de otras latitudes donde es permitido
Carlos Valderrama
El cofundador de LegalPradox considera que será de gran importancia determinar, de una cantidad abrumadora de reportes, cuáles de ellos necesitan revisar para después tomar medidas de prevención de lavado de dinero.