Las emisiones de carbono a nivel mundial otra vez romperán récords al final de 2019 y, aunque el crecimiento del último año es menor al del año anterior, los científicos están preocupados por la falta de compromiso de gobiernos y privados, que está retrasando el “pico mundial de emisiones” cada vez más.

Algunos [científicos] teníamos la esperanza de que las tendencias positivas de mediados de esta década señalizaran la cercanía del pico de emisiones pero los pasados tres años nos han mostrado que esas esperanzas eran muy prematuras

Zeke Hausfather, científico climático

El total de emisiones para este año será de alrededor de 43,100 millones de toneladas, de las cuales 36,800 millones provienen de actividades industriales, de acuerdo con un estudio realizado por Global Carbon Project.

Tal vez la única buena noticia del estudio es que el crecimiento de emisiones en 2019 fue de sólo 0.6%. Entre 2000 y 2009, el crecimiento anual promedio había sido de 3%, y entre 2010 y 2018 de 0.9.%. Sin embargo, no existen garantías de que este menor incremento sea permanente: entre 2014 y 2016, las emisiones mundiales permanecieron estables, antes de volver a subir en 2017.

Este año el gas natural, utilizado principalmente para generar electricidad y calor, aumentó sus emisiones en un 2.9% y el petróleo, utilizado principalmente para transporte, aumentó un 0.9%.

El carbón, que compite en los mismos mercados que el gas natural, disminuyó sus emisiones un 0.9%, impulsado por el uso de alternativas en Estados Unidos y Europa, y por el decrecimiento de la industria en otros mercados.

El programa ambiental de las naciones unidas advirtió la semana pasada que las emisiones mundiales tendrían que caer alrededor del 25% en la siguiente década si queremos mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC, para alcanzar la meta de mantenerlo por debajo de los 1.5ºC las emisiones tendrían que caer un 55%.

El mismo reporte señaló que, para que esto ocurra, los gobiernos mundiales deben reducir alrededor de 500% más emisiones que las comprometidas en el acuerdo de París. Esto ocurre en un marco en el que, de acuerdo con Quartz, las ciudades fracasarán en el 80% de sus metas para 2020.

Incluso Pete Strutton, científico de la Organización Mundial de Meteorólogos, ha declarado que el estado actual del planeta impide mantener el calentamiento global por debajo de los 3ºC sin utilizar máquinas de captación y almacenamiento de carbono, aunadas a un fuerte recorte de emisiones.

Esta necesidad se está dejando a un lado con el uso extensivo de gas natural, hidrocarburo que los científicos veían como una herramienta de transición a energías limpias, pero que ha ganado una popularidad importante a nivel mundial, por lo que ha impedido reducciones en las emisiones anuales.

Desde que inició el diálogo internacional sobre la necesidad de tomar acciones para contrarrestar el cambio climático en 1990, las emisiones globales anuales han crecido un 62%.