La encarnada lucha entre Donald Trump y los demócratas pasa este miércoles a la luz de las cámaras con las primeras audiencias públicas en el Congreso.
Los encuentros son parte de una investigación con miras a una destitución del presidente republicano acusado de abuso de poder.
Trump ha denunciado el proceso en su contra por presuntas presiones a Ucrania con fines electorales como una “caza de brujas”, e incluso como un intento de “golpe de Estado” y ha prometido vengarse en las urnas en las presidenciales de 2020.
Las audiencias públicas comenzaron con los testimonios de dos diplomáticos.
Uno de ellos es William Taylor, encargado de los asuntos estadounidenses en Ucrania, y George Kent, alto funcionario del Departamento de Estado para asuntos Europeos y Eurasiáticos.
Los republicanos critican que el proceso es un espectáculo, pero los demócratas defienden su labor desde que lanzaron en septiembre una investigación en la Cámara de Representantes, donde son mayoría.
¿Qué se necesita para que el Congreso de EU destituya a Trump?
Trump es el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en estar amenazado por un procedimiento de destitución, pero ninguno ha sido apartado de su cargo.
Los demócratas han actuado con celeridad con miras a una posible votación sobre la acusación para un juicio político contra el presidente republicano.
Pero con un Senado controlado por los republicanos, es poco probable que Trump sea destituido, ya que es la Cámara Alta la que tiene la última palabra.
El caso de los Biden
Después de seis semanas de audiencias a puertas cerradas, los demócratas quieren que la opinión pública estadounidense acceda a las informaciones de primera mano sobre las acusaciones contra Trump.
Los demócratas acusan al presidente de abusar de sus poderes presidenciales al presionar a Ucrania para beneficiarse electoralmente.
Todo estalló al conocerse una conversación telefónica del 25 de julio en la que Trump pidió a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky, que investigara al exvicepresidente Joe Biden, el precandidato demócrata que encabezaba las encuestas para disputarle al mandatario las presidenciales de 2020.
Se sospecha que el republicano condicionó la entrega de una ayuda militar de 400 millones de dólares ya prometida en Kiev a cambio de que Ucrania investigara los negocios en el país del hijo de Joe Biden, Hunter, empleado entre 2014 y 2019 en una importante empresa de gas ucraniano.
El contenido de la llamada alarmó a funcionarios de la Casa Blanca y a agentes de inteligencia, hasta el punto que un denunciante alertó a superiores, lo que desató el escándalo.
Un asunto reprochable
Los dos testigos que son interrogados este miércoles ya declararon a puerta cerrada en ante los congresistas.
El 22 de octubre, William Taylor dijo que sabía que el embajador estadounidense ante la Unión Europea, Gordon Sondland, había dicho a sus pares ucranianos que el dinero para la asistencia en seguridad no iba a ser desbloqueada hasta que el presidente Zelensky no se comprometiera a lanzar una investigación contra Burisma, la empresa que tenía al hijo de Biden, Hunter, en su consejo de administración.
George Kent, en tanto, reveló el 15 de octubre a la comisión del Congreso que a mediados de agosto había alertado a sus superiores sobre las presiones contra Kiev para que investigara a los Biden.
El diplomático también confirmó a los congresistas que el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, había provocado desde hace meses una campaña para investigar a Joe Biden.
La acusación contra el presidente es que él pidió la intervención extranjera en una elección estadounidense, que condicionó actos oficiales a la realización de estos favores políticos,
dijo a la radio pública el congresista demócrata que lidera el Comité de Inteligencia, Adam Schiff.
También acusó al presidente de “soborno”.
Además de los abusos de poder, los demócratas quieren saber si la Casa Blanca intentó obstruir la investigación del Congreso y disimular los indicios existentes.
Durante la noche del martes, los demócratas desvelaron el calendario de ocho testigos previstos la próxima semana, todos ellos testimonios que ya los congresistas escucharon a puerta cerrada.
Trump sostiene que su llamada con Zelensky fue “irreprochable” y afirmó que su voluntad era reforzar la lucha contra la corrupción en Ucrania.
Los republicanos han pedido, sin éxito hasta ahora, un testimonio público de Hunter Biden y del denunciante.