El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó lo sucedido en Pemex el domingo.

Están los rumores a la orden del día, las mentiras falsas, perdón las noticias falsas, o verdades a medias. Entonces todos eso se va aclarando, todo eso se va a resolver,

respondió a pregunta expresa este miércoles en su conferencia matutina.

Atribuyó lo ocurrido a lo que considera son resistencias y provocaciones al cambio que él encabeza en el país.

Ante la insistencia de la prensa para obtener más información, el Ejecutivo declaró más adelante que “parece que se dio (el ciberataque)”.

No fue tan grave. Además, no logran nada (los atacantes cibernéticos) porque se está trabajando y si hay delitos se persiguen, se castiga a los responsables, pero es parte de los obstáculos que tenemos que enfrentar, pero no hay problemas mayores. Lo importante es que ya estamos en un millón 700,000 barriles diarios,

aseveró el mandatario.

Declaró que hay ataques cibernéticos en todo el mundo, pero que los que suceden en “el caso nuestro se subrayan más”.

“Los conservadores son capaces de todo”, respondió a la pregunta sobre quiénes estarían detrás del ciberataque.

El lunes por la noche Pemex admitió en un breve comunicado el ataque, el cual, aseguró, había afectado a menos del 5% de sus equipos informáticos.

Reuters reportó el martes que los ciberdelincuentes que atacaron la red interna de la Pemex el fin de semana piden a la petrolera un pago de unos 5 millones de dólares.

Los presuntos atacantes dijeron a la agencia de noticias que la atribulada petrolera había perdido el plazo para obtener un “precio especial” para liberar sus sistemas.