La desaceleración que arrastra a la economía mundial y una elevada incertidumbre en el mercado ha orillado a los inversionistas a buscar activos sin importar que éstos no les paguen rendimientos y, en casos más extremos, que les cuesten dinero.
Suiza, Alemania y Dinamarca ofrecen bonos a 10 años con las tasas de interés negativas más profundas del mercado, que llegan hasta -1%. En contraste, un bono mexicano en pesos, paga un rendimiento de 6.92% y uno turco llega hasta 16%.
La diferencia entre los extremos refleja el grado de incertidumbre; mientras más riesgo exista, mayor rendimiento deberán ofrecer los instrumentos para que sean atractivos para el inversionista.
De los 14 países que tienen bonos a 10 años en terreno negativo, de acuerdo con datos de Bloomberg, las tasas de interés de sus bancos centrales oscilan entre -0.75 y 0%.
Las tasas de interés negativas responden más a temas macroeconómicos que a un fenómeno de mercado. Las tasas se rigen por las políticas monetarias de los bancos centrales y, cuando ésta es laxa, lo que buscan es abaratar el dinero y estimular la economía de un país
comentó Édgar Arenas, gerente de Estrategia e Inversión de CI Banco.
A las políticas monetarias laxas se suma otra variante que ha llevado a los bonos a terreno negativo: la incertidumbre del mercado.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, una desaceleración económica mundial profunda y eventos como una posible salida del Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo, han nublado el panorama del mercado, al grado que “un inversionista prefiere un refugio que, más o menos, mantenga su valor en medio de la incertidumbre”, dijo Gregorio Gandini, analista independiente de mercados.
Mientras más inversionistas demanden bonos con el grado más alto de inversión (como los suizos o alemanes), el rendimiento de éste bajará y el precio aumentará. A mediados de agosto, los bonos de Suiza llegaron a niveles negativos históricos de hasta -1.12%, como respuesta a las caídas de los mercados accionarios.
En las últimas semanas, el “miedo extremo” ha dominado el sentimiento del mercado accionario en Estados Unidos, de acuerdo con el índice Miedo y Codicia de CNN Business.
Buena parte de por qué un inversionista estaría interesado en un instrumento con tasas negativas, es porque la pérdida puede ser menor y controlada que en otros mercados, como el accionario.
“Alguien que tiene un bono con tasa negativa sabe a qué plazo y que de qué tamaño será un pérdida, contrario a alguien que está en el mercado de renta variable”, comentó Arenas.
El auge por esta clase de instrumentos casi se ha triplicado entre octubre de 2018 y agosto de este año, hasta llegar a alrededor de 15 billones dólares de bonos gubernamentales en todo el mundo, o 25% del mercado, de acuerdo con información de Deutsche Bank. Y el apetito por esta clase de instrumentos sigue presente.
La semana pasada, Alemania emitió deuda a 30 años sin que pague intereses de manera periódica, mejor conocido como ‘cupón cero’, algo histórico para el país europeo. No obstante, la demanda fue baja y no logró colocar toda la deuda, sin embargo es una señal que los inversionistas están dispuestos a pagar por tener el dinero resguardado, de acuerdo con el diario El País.
En el segundo trimestre del año el PIB de Alemania, la economía más importante de Europa, se contrajo 0.1% frente al trimestre anterior y el lunes se publicó que el índice sobre el clima de negocios, Ifo, cayó a 94.3 puntos en agosto, el más débil en casi siete años.
Estos excesos de demanda (por bonos seguros) es un síntoma que nos movemos en un escenario de alta incertidumbre mundial por lo que se exacerba la búsqueda de activos refugio
dijo Gregorio Gandini, analista independiente de mercados.