La industria de fondos de inversión en México arrastra dos problemas históricos: el cortoplacismo y el bajo nivel de aspiración a mayores retornos.
En el país existen 640 fondos de inversión que tienen 2.33 billones de pesos en activos bajo administración; 73% se concentra en fondos de deuda (1.70 billones de pesos) y el resto en activos de renta variable.
El mexicano tiene aversión al largo plazo, al momento de inversión. A la gente no le gusta escuchar que sus inversiones deben estar a más de tres años; prefieren castigar el rendimiento con tal de que sea corto plazo
Édgar Arenas, gerente de Estrategia e Inversión de CI Banco.
De los 2.33 billones de pesos en activos de la industria de fondos, 56% (1.3 billones de pesos) lo aportan fondos de corto plazo. Si bien, un instrumento de renta fija (como los bonos) brinda mayor certeza al inversionista, ya que sabe cuánto le pagará de rendimiento, suele castigar el retorno de la inversión.
Actualmente, mientras un Cete a 28 días paga un rendimiento de 7.80%, el mercado accionario chino arroja un alza en dólares -solo en lo que va del año- de 31.10% y el índice NASDAQ de 20.30%.
Un fondo de inversión permite repartir costos de administración, custodia de valores y demás gastos entre personas interesadas en invertir, para que el dinero sea gestionado por profesionales y se logre una adecuada diversificación del riesgo.
Uno de los últimos jugadores que se integró a la industria de fondos de inversión en México fue BlackRock, administrador de inversiones con 6.25 billones de dólares a nivel mundial bajo su gestión.
BlackRock anunció la adquisición de Impulsora de Fondos Banamex a finales de 2017. En ese momento, Impulsora tenía productos de renta fija, variable y multiactivos, con un valor aproximado de 34,000 millones de dólares.
A febrero de este año, dos de los tres fondos de inversión más grandes en el mercado mexicano eran de Impulsora. Entre ambos instrumentos sumaban 233,750 millones de pesos en activos bajo administración; los dos fondos estaban enfocados a deuda de corto plazo.
El gran reto y objetivo que tenemos es migrar ese monto tan grande de inversión (de deuda de corto plazo) hacia productos de mayor valor agregado que buscarán darte al inversionista productos de mayor rendimiento
José Luis Ortega, director de equipos de inversión de deuda y multiactivos de BlackRock México, durante el taller ‘Nuevos portafolios estratégicos de inversión’.