Una de las principales estrategias del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es rescatar a Pemex, una empresa clave para el país, sin embargo, esto podría comprometer las metas financieras que estableció la Secretaría de Hacienda.

El gobierno ha dicho que no descarta acciones adicionales para fortalecer a Pemex, que cerró el tercer trimestre del 2018 con una deuda financiera de 106,000 millones de dólares, pero mayores medidas de ayuda amenazan con comprometer la meta del superávit primario de 1% del Producto Interno Bruto (PIB) que planteó Hacienda para 2019.

El balance primario es la diferencia entre los ingresos totales menos los gastos totales del gobierno, pero excluyendo el concepto del pago de intereses. El saldo positivo es para tener de dónde pagar los intereses sin incrementar la deuda.

La meta de 1% del PIB fue bien recibida por los mercados ante la posibilidad de evitar un incremento en la deuda del país. La deuda ampliada del país sumó 10.55 billones de pesos al cierre del 2018, equivalente a 44.8% del PIB.

Si el rescate de Pemex requiere de mayores recursos por parte del Estado, la meta de superávit primario se va a comprometer y podría cerrar 2019 en 0.4%; aunque también es relevante darle una mejor imagen a Pemex para que mantenga la calificación y evitar un contagio a la nota soberana

dijo Alain Jaimes, analista económico de Signum Research.

La agencia calificadora Moody’s dijo el viernes en un reporte que el programa de rescate a Pemex tiene implicaciones negativas para la calificación soberana de México porque compromete los objetivos presupuestarios, entre ellos la recaudación de impuestos.

“El anuncio es negativo para el gobierno. La menor carga impositiva para Pemex reduce los ingresos del gobierno y si el sentimiento del mercado no mejora, Pemex requerirá apoyo adicional en 2020 y hacia el futuro, erosionando las finanzas del gobierno”, dijo Moodys.

La agencia indicó que la disminución en la carga fiscal que tendrá Pemex dejará un boquete de alrededor de 750 millones de dólares anuales respecto a lo planeado por el gobierno.

En días pasados, el gobierno anunció que Hacienda reducirá la carga fiscal de la petrolera en 15,000 millones de pesos anuales hasta 2024. El paquete de ayuda también contempla una capitalización de 25,000 millones de pesos que ya incluía el Presupuesto de Egresos, una monetización del pasivo laboral por 35,000 millones y 32,000 millones de pesos esperados por el ahorro derivado del combate al huachicoleo. 

La percepción de riesgo también alcanzó a Banco de  México. En las minutas de su última reunión de política monetaria los Integrantes de la Junta de Gobierno del banco central indicaron que las finanzas públicas y la estabilidad de la economía nacional enfrentan riesgos derivados de la fragilidad financiera de Pemex y un posible recorte en su nota crediticia.

No obstante, consideran positivo que el gobierno reduzca la carga fiscal de la petrolera, aunque indican que las medidas que emprenda para esto deberán ser compatibles con las metas fiscales que establece Hacienda para este año, entre ellas, el superávit primario.

El gobierno de López Obrador se ha propuesto fortalecer la capacidad de producción de Pemex en el corto plazo. Pemex produjo 1.62  millones de barriles diarios de petróleo crudo en enero, cifra 15% menor a los 1.909 millones de barriles que en el mismo mes del año pasado.

Es necesario un plan de rescate más complejo que considere una estrategia de negocios que permita recibir capital privado en materia de exploración, que permitan a la empresa explorar nuevos campos; renegociar la deuda y hacer ajustes en el sindicato

comentó Víctor Valdivia, presidente de Kratos Consultores.

El panorama se complica, ya que para 2020 Pemex enfrenta una amortización de deuda de 9,600 millones de dólares; 9,300 millones para 2021 y 8,700 millones para 2022.

“Si se requiere más, va a haber más apoyo, Pemex tiene el respaldo de la Secretaría de Hacienda y el respaldo del gobierno de la República” dijo el presidente López Obrador cuando presentó las medidas de ayuda financiera para Pemex.

Al cierre del año pasado, el sector público registró un superávit primario de 143,712 millones de pesos, equivalentes a 0.6% del PIB.