La inversión en fondos mutuos o fondos de inversión por parte de las Administradoras de fondos para el retiro (Afores) es uno de los grandes pendientes de la industria para acelerar los rendimientos que otorgan a los trabajadores.
En enero de este año, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) hizo modificaciones a la ley para permitir una mayor diversificación en los portafolios de inversión de las Afore, lo que dio luz verde a la llegada de los fondos mutuos, pero aún hace falta la regulación secundaria.
Un fondo mutuo es una alternativa de bajo costo y eficiente para una Afore y para el ahorrador mexicano, de acuerdo con el director general de Vanguard México, Juan Hernández.
La idea de una cartera de inversión diversificado ha tomado fuerza en esta época de volatilidad. La incertidumbre en los mercados hace que cualquier inversionista, incluidas las Afore, reafirmen la idea de no concentrarse en un solo instrumento financiero, sector o región.
En octubre, la volatilidad e incertidumbre le generó a las Afores minusvalías por 131,649 millones de pesos, de acuerdo con cifras del Sistema de Ahorro para el Retiro. Lo anterior es un dato sin precedente en la industria.
En un fondo mutuo se reparten los costos de administración, custodia de valores y demás gastos entre los inversionistas, con el objetivo de que el dinero sea gestionado por profesionales, con lo que se consigue una adecuada diversificación del riesgo.
Si bien está pendiente la regulación secundaria, los fondos mutuos servirían para que las Afores tengan más diversificación en un plano internacional.
Actualmente, la contribución total de los ingresos que un trabajador destina a su Afore es de 6.5%, lo que resultará en que los trabajadores recibirán en promedio 26% de su último sueldo al jubilarse.
Necesidad de diversificación
La renta variable extranjera ha probado su efectividad en las Afores; es el activo que más ha contribuido al rendimiento en el último sexenio, superando incluso a los Udibonos (instrumentos ligados a la inflación) y los bonos privados.
Desde el 2005, las Afores pueden invertir en valores extranjeros, aunque por ley tienen de límite el 20% del total de recursos administrados. Hasta el momento, los inversionistas institucionales mexicanos pueden acceder a otros mercados internacionales a través de Fondos Cotizados en Bolsa (ETF) o mandatos de inversión.
Un ETF tiene cualidades de un fondo de inversión, por la diversificación de su portafolio, y de una acción, al estar listado en las Bolsas de Valores.
Un mandato de inversión es una cuenta separada, donde una Afore contrata a administradores especializados para que manejen sus capitales con una estrategia activa; superando a los índices de referencia.
La figura del mandato, aunque suena atractiva, puede traer ciertas presiones, entre ellas están los altos costos de implementación y el tiempo de aprobación. De las 10 Afore que hay en México, sólo tres (Citibanamex, XXI Banorte y Sura) han logrado fondear 22 mandatos por un monto de 123,904 millones de pesos.
A octubre, las Afores administraban 3.28 billones de pesos de los trabajadores mexicanos y son consideradas como el inversionista institucional más importante del país.
Un fondo mutuo puede abrir la posibilidad para que Afores pequeñas y grandes implementen una estrategia en un sector o región específica, sin que consideren justificado adoptar un programa de mandatos.
Lo que se busca es diversificar a un costo muy bajo
Juan Hernández, director general de Vanguard México
Mientras tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dice en el estudio ‘El sistema de pensiones de México’ que para que los trabajadores alcancen una tasa de reemplazo de 50% se requiere por lo menos una contribución de entre 13 a 18%.