¿Te gusta comprar collares, anillos, relojes o piedras preciosas? Si frecuentemente realizas este tipo de transacciones costosas, quizás ya te hayas dado cuenta de que hay un límite de dinero en efectivo para comprar joyas y otros artículos lujosos. Esto debido a algunas medidas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) contra el lavado de dinero.

El límite de dinero en efectivo para comprar joyas y relojes proviene de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI). Esta legislación está vigente desde 2013 y busca proteger al sistema financiero ante el uso de dinero proveniente del crimen organizado.

Por esta razón, tiendas y boutiques en el país tienen prohibido recibir más de cierta cantidad en dinero en efectivo para la compra de joyas. En caso de que quieras hacer una transacción mayor a este monto, será necesario que utilices medios electrónicos o rastreables.

Cuánto dinero en efectivo se puede usar para comprar joyas
Fotografía: iStock

El monto máximo de dinero en efectivo para comprar joyas

De acuerdo con la llamada Ley Antilavado, el máximo de dinero en efectivo que se puede utilizar para comprar joyas es el equivalente a 3,210 Unidades de medida y Actualización. Es decir, un monto de $333,005.40 según la tabla de conversión de 2023 o su equivalente en otras monedas extranjeras.

Si quieres realizar una operación más alta que esta cantidad, será necesario que pagues a través de algún medio como:

  • tarjetas de crédito o débito,
  • transferencias,
  • cheques de caja,
  • depósitos bancarios.

Las tiendas deberán recabar información

Para prevenir el uso de dinero en efectivo de procedencia ilícita, la Ley Antilavado contempla algunas acciones que deben tomar las tiendas, centros comerciales y boutiques. Entre ellas, está el recabar algunos datos personales sobre los individuos que participen en transacciones en efectivo.

Las tiendas deben cumplir con obligaciones como:

  • Identificar a los clientes que paguen en efectivo.
  • Pedir al cliente información sobre la procedencia del dinero.
  • Avisar al SAT ante cualquier eventualidad.
  • Resguardar información y documentos sobre las transacciones.
  • Dar facilidades a las auditorías, en caso de haberla.

De esta forma, si compras joyas o relojes de alto valor con dinero en efectivo, es posible que tengas que presentar papeleo e información personal para comprobar el origen de los recursos.

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