El regulador de libre competencia de la Unión Europea impuso una multa de 1,490 millones de euros (1,700 millones de dólares) a Google, al considerar que impedía una competencia justa a sus rivales en la publicidad que aparece en las búsquedas.
“Google ha consolidado su dominio en los anuncios de búsqueda en línea y se ha protegido de la presión competitiva mediante la imposición de restricciones contractuales anticompetitivas en sitios web de terceros”, aseguró la Comisionada Europea de Competencia, Margrethe Vestager.
Dicha sanción se produjo después de una multa de 2,420 millones de euros (unos 2,748 millones de dólares) en 2017, en la que consideró que la empresa estadounidense daba ventajas a sus servicios frente a los competidores mediante la promoción de su propio servicio de comparación de compras en sus resultados de búsqueda.
Entre las prácticas anticompetitivas está impedir que los editores incluyan los anuncios de los competidores en sus páginas de resultados de búsquedas, lo que obligaba a estas webs a reservar los mejores espacios en sus páginas de resultados de búsquedas para los anuncios de Google.
Además se les exigía solicitar la aprobación por escrito de Google antes de realizar cambios en el modo en el que se mostraban todos los anuncios rivales.
El caso de AdSense se desató por una denuncia de Microsoft en 2010. Posteriormente, ambas compañías retiraron las denuncias mutuas en 2016.
El año pasado, el regulador europeo impuso una multa récord de 4,340 millones de euros a Google por usar su popular sistema operativo móvil Android para bloquear a sus competidores.
Esa sanción se produjo después de una multa de 2,420 millones de euros en 2017 que consideró que la empresa estadounidense daba ventajas a sus servicios frente a los competidores mediante la promoción de su propio servicio de comparación de compras en sus resultados de búsqueda.
La Comisión Europea detalló en un comunicado que la multa representaba 1.29% del volumen de negocios de Google en 2018 y que las prácticas anticompetitivas habían durado una década.
Google está tratando de cumplir con la orden para garantizar un campo de juego equitativo con propuestas para impulsar a los rivales e instar a los usuarios de Android a elegir sus navegadores y aplicaciones de búsqueda preferidos. Sin embargo, los críticos todavía no están contentos.
Con información de Reuters