SpaceX lanzará a cuatro personas al espacio el miércoles en una misión de tres días, la primera que orbitará la Tierra con astronautas no profesionales a bordo, y con la que la compañía de Elon Musk ingresa en la carrera del turismo espacial.
La misión “Inspiration 4” cierra un verano boreal en el que los multimillonarios Richard Branson y Jeff Bezos cruzaron la frontera espacial con las naves Virgin Galactic y Blue Origin, respectivamente, con unos días de diferencia en julio.
El vuelo de SpaceX fue fletado por el multimillonario estadounidense Jared Isaacman, fundador y director ejecutivo de 38 años de edad de la empresa de procesamiento de pagos Shift4 Payment. También es un piloto experimentado.
Se desconoce el precio que Isaacman pagó a SpaceX, pero está en el orden de decenas de millones de dólares.
La misión en sí tiene un alcance mucho más ambicioso que los pocos minutos de ingravidez por los que pagaron los clientes de Virgin Galactic y Blue Origin.
La cápsula Crew Dragon de SpaceX volará más allá de la órbita de la Estación Espacial Internacional (ISS).
“El riesgo no es cero”, dijo Isaacman en un episodio de un documental de Netflix sobre la misión.
“Estás viajando en un cohete a 17,500 millas (28,000 kilómetros) por hora alrededor de la Tierra. En esa clase de entorno hay riesgos”.
SpaceX ya ha llevado a no menos de diez astronautas a la ISS en nombre de la NASA, pero esta será la primera vez en la que viajarán astronautas no profesionales.
El despegue está programado para el miércoles desde la plataforma de lanzamiento 39A del Kennedy Center de la NASA en Florida, de donde despegaron las misiones Apolo a la Luna.
¿A la Luna?
Además de Isaacman, que es el comandante de la misión, se eligieron tres figuras no públicas para el viaje a través de un proceso que se anunció por primera vez en febrero, en el Super Bowl.
Cada miembro de la tripulación fue elegido para representar un pilar de la misión.
La más joven, Hayley Arceneaux, de 29 años, es una sobreviviente de cáncer de huesos infantil, que representa la “esperanza”. Será la primera persona con una prótesis en ir al espacio.
“¿Vamos a la Luna?” preguntó cuando le ofrecieron un lugar en la misión.
“Aparentemente, la gente no ha ido allí en décadas. Eso lo aprendí”, mencionó riendo en el documental.
El asiento de la “generosidad” fue para Chris Sembroski, de 42 años, un ex veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que trabaja en la industria de la aviación.
El último asiento representa la “prosperidad” y se le ofreció a Sian Proctor, una profesora de ciencias de 51 años que en 2009 perdió por poco la ocasión de convertirse en astronauta de la NASA.
Será la piloto de la misión, asistiendo al comandante.
Meses de entrenamiento
El entrenamiento de la tripulación duró varios meses e incluyó experimentar con alta fuerza G en una centrífuga, un brazo gigante que rota a gran velocidad.
También realizaron vuelos parabólicos para experimentar la ingravidez durante unos segundos y completaron una caminata en la nieve a gran altitud en el Monte Rainier, en el noroeste de Estados Unidos.
Pasaron tiempo en la base de SpaceX, aunque el vuelo en sí será completamente autónomo.
Durante los tres días que estén en órbita, se les analizará el sueño, frecuencia cardíaca, sangre y habilidades cognitivas.
El objetivo declarado de la misión es hacer al espacio accesible para más personas, aunque los viajes espaciales permanecen por el momento solo parcialmente abiertos para unos pocos privilegiados.
“Estamos orgullosos de que nuestro vuelo ayude a influir en todos aquellos que viajen después de nosotros”.