Para quienes se incorporan a una startup, además de los ideales de cambiar al mundo y romper cosas, también les atrae la posibilidad de convertirse en millonarios cuando la empresa debute en bolsa y el valor de las acciones que han recibido como parte de su salario se dispare.
Pero el repentino impacto del COVID-19 y las medidas de aislamiento para frenar su avance han provocado que en las últimas cinco semanas, 26 millones de estadounidenses se queden sin empleo y, para quienes eran parte de una startup, ser despedido implica perder miles de dólares en opciones accionarias, que además han perdido su atractivo debido al desplome de las valuaciones.
Según un sondeo realizado por Startup Genome en el que participaron 1,070 startups de 50 países, 74% de las participantes han tenido que despedir empleados de tiempo completo desde que inició la crisis, 39% han recortado a 20% o más de su planta laboral y 26% han tenido que despedir a 60% o más de sus empleados.
Estos trabajadores solo tienen un periodo corto de tiempo -por lo general 90 días- para ejercer las opciones accionarias que recibieron como parte de su remuneración o pierden ese derecho.
“He visto esto pasar demasiadas veces: los empleados invierten su sangre, sudor y lágrimas en una startup, solo para ser despedidos a causa de un evento externo”, dijo Oren Barzilai, CEO de Equity Bee, a BizJournals. Su compañía, al igual que Secfi, ofrecen financiamiento para comprar opciones accionarias.
Secfi estima que más de 75% de los empleados de startups en Estados Unidos no han podido o no han querido ejercer sus opciones, ya sea porque no pueden pagarlas o por miedo a cometer un error costoso. Según EquityBee, ese porcentaje es 50%, pero según sus cálculos, los trabajadores estaban perdiendo unos 30,000 millones de dólares en opciones no ejercidas antes de la pandemia.
El golpe del COVID-19 a startups de movilidad, e-commerce y fintech ha destruido unos 350,000 millones en valor de mercado entre los unicornios, según Secfi.
Para quienes se ven sin empleo sorpresivamente en medio de una crisis global como la actual, desembolsar dinero para ejercer sus opciones puede ser imposible. Por ello, algunas empresas como TripActions, que eliminó a 300 empleados en marzo, decidió cambiar los términos.
A los empleados con opciones accionarias “les estamos dando siete años para pagarlas, en vez de tres meses”, dijo el CEO Ariel Cohen al Business Journal.
La compañía de micromovilidad Bird, ampliamente criticada por recortar al 30% de sus empleados a través de una llamada en Zoom, extendió el periodo para ejercer las opciones a 12 meses.
El problema, reporta The Verge, es que el valor de cada acción se desplomó de un máximo de tres dólares a solo 14 centavos.
“Tengo un año para comprar mis acciones, pero si tuviera que tomar la decisión ahora mismo, diría que la compañía no va a lograrlo y no voy a tocar esas acciones”, dijo un empleado de Bird al sitio especializado.