Uno de los cambios profundos con la pandemia del COVID-19 ha sido la aceleración en el cambio a los pagos digitales, una reconfiguración en el que poco a poco se adaptan los agentes económicos y la cooperación internacional será la clave, según el Foro Económico Mundial. 

A poco más de un año del inicio de la crisis sanitaria y económica, surgieron dos elementos para potencializar los pagos digitales: las CBDC (Central Bank Digital Currency o Moneda Digital de Banco Central) y las stablecoins, destaca el organismo en un reporte.

La forma en que el mundo se coordine sobre el tratamiento de estas nuevas tecnologías potencialmente disruptivas determinará de manera crítica si las oportunidades que presentan pueden aprovecharse y los riesgos sean mitigados,

indica el organismo internacional

Las CBDC

Actualmente, los bancos centrales evalúan el impacto de las CBDC y la Reserva Federal (Fed) publicará en los próximos meses un informe que detalle las ventajas y desventajas que ofrecen.

Una encuesta del Banco de Pagos Internacionales (BIS) encontró que más del 85% de los bancos centrales están explorando o investigando las CBDC.

Como ejemplos, Singapur completó recientemente su Proyecto Ubin, una investigación de varios años sobre el uso de las CBDC para transacciones mayoristas y China ha estado llevando a cabo proyectos piloto avanzados para un yuan digital destinado al uso minorista. 

Además, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra han realizado esfuerzos activos para en un futuro implementar las CBDC.

En Bahamas y la Unión Monetaria del Caribe Oriental han comenzado recientemente a emitir las CBDC. 

Stablecoins

A diferencia de CBDC, las stablecoins no son emitidas por autoridades monetarias sino por entidades privadas, indica el Foro Económico Mundial. 

“Por lo general, se conciben como una forma de criptomoneda, pero con mecanismos para mantener sus precios estables en relación con un activo como moneda fiduciaria, materias primas u otras criptomonedas”, señala el reporte.  

Las stablecoins no sufren la misma volatilidad que otras monedas digitales, lo que las convierte en un medio potencial de intercambio y almacenamiento de valor relativamente más fuerte.

Algunos ejemplos son Tether y USD Coin, que están vinculados al dólar estadounidense.

Ventajas y retos 

Además de lograr transacciones sin contacto, entre sus ventajas figura la rapidez para realizar operaciones transfronterizas y a un menor costo. 

El Foro Económico Mundial pone como ejemplo a la Fundación Grameen que mandó vales digitales a 3,500 mujeres en en Filipinas para la compra de alimentos y medicina a través de una aplicación en celulares.

Al ser una tecnología reciente en la economía, se presentan desafíos y al ser el sistema de pago un bien público, debe ser regulado.

Los formuladores de políticas deben abordar las preocupaciones sobre el uso potencial de monedas digitales emitidas de forma privada fuera de los perímetros regulatorios, lo que facilita las transacciones de lavado de dinero o financiamiento del terrorismo,

precisa el organismo

A nivel macroeconómico, las CBDC y las stablecoins respaldadas por las principales monedas podrían plantear riesgos para la estabilidad monetaria y financiera, especialmente para las economías más vulnerables y en desarrollo.

Para contribuir a la comprensión global y la toma de decisiones relacionadas con las monedas digitales, el Consorcio de Gobernanza de Monedas Digitales del Foro Económico Mundial reunió a más de 80 organizaciones para identificar prioridades y proponer soluciones, de las que se ha concluido lo siguiente: 

  • La cooperación internacional es clave para superar desafíos.
  • La privacidad de los datos es primordial.
  • Colaboración de los sectores público y privado
  • No pasar por alto la interoperabilidad técnica.