En México, solo 26 entidades de todo el país se prevé la tipificación de la usurpación de identidad como un delito, por lo que aún en Guerrero, Jalisco, Puebla, Querétaro, Tabasco y Yucatán no se castiga.
Según el Código Penal de la Ciudad de México, en el artículo 211-Bis, se establece que se impondrán de uno a cinco años de prisión y de 400 a 600 días de multa a aquella persona que por cualquier medio usurpe, con fines ilícitos, la identidad de otra persona, o en su caso, otorgue su consentimiento para llevar a cabo la usurpación en su identidad.
En el marco de las Conferencias de Ciberseguridad 2022 organizadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Guardia Nacional (GN), el titular de la Dirección General Científica de la GN, Jorge Borrego Álvarez, explicó las sanciones a las que están sujetos aquellos que incurran en alguno de los delitos que implican el uso de tecnología.
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Denuncia, primer paso vs usurpación
También durante su presentación sobre Desafíos, amenazas y herramientas de Ciberseguridad para pymes, Borrego Álvarez recomendó que, en caso de estar expuesto a una usurpación de identidad, lo primero que hay que hacer es reportar al banco y levantar una queja ante la Condusef.
Además, sugiere solicitar el bloqueo a las tarjetas bancarias con las que se hayan cometido operaciones fraudulentas.
Tras estas primeras acciones, otra de las recomendaciones es presentar una denuncia de hechos ante el Ministerio Público y, posteriormente, solicitar un reporte especial de crédito a la Sociedad de Información Crediticia (SIC) para que, en caso de encontrar cargos no reconocidos, se levante una aclaración por robo de identidad.
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Redes sociales, la gran amenaza
El inspector en jefe de la Guardia Nacional señaló que las redes sociales, al ser ahora la principal herramienta de comunicación a nivel global, ha generado un mayor riesgo y, por ende, una mayor necesidad de supervisión y control de las mismas.
Este escenario de riesgo impacta no solo a las personas, sino también a las empresas y corporaciones, quienes deben de proteger sus redes sociales corporativas, en principio, creando una política de redes sociales, invertir en tecnología segura y proteger sus contraseñas.
Además, idealmente deben brindar capacitación sobre las redes sociales al personal, limitar el acceso y asignar a un responsable de las mismas, aunado a realizar auditorías periódicas y establecer un plan de monitoreo para redes sociales.
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