Uber y Lyft acaparan la atención de los mercados, pese a que ambas pierden más dinero que cualquier otra empresa antes de hacer su oferta pública inicial.
Lyft reveló una pérdida neta de 911 millones de dólares en 2018, mientras que Uber tuvo una pérdida antes de impuestos de 3,700 millones el año pasado, que no incluye ganancias significativas de las inversiones.
Ambas empresas apuestan a invertir en crecimiento y participación de mercado por ahora y centrarse en generar ganancias más adelante, pero el advenimiento de los vehículos autónomos será un factor disruptor que afectará el duopolio que actualmente tienen en el mercado de transporte compartido.
Los duopolios son rentables siempre que los dos actores siempre que no compitan en precios, explica el sitio especializado de inversiones Motley Fool, pero Uber y Lyft están compitiendo intensamente en ese aspecto, subsidiando viajes e incentivos para conductores en la medida en que están perdiendo miles de millones de dólares.
Pero el mayor problema para estas empresas con la transición a vehículos autónomos es que se enfrentarán a varios competidores nuevos.
General Motors planea lanzar un servicio de viajes compartidos autónomos en San Francisco a finales de este año y Waymo, de Alphabet, ya tiene un servicio de “robo-taxi” llamado Waymo One que opera en Phoenix, el cual planea expandir en otras ciudades.
Ford, que tiene una sociedad con Lyft, planea comenzar a vender vehículos autónomos en 2021, aunque la estrategia de la compañía en el manejo de pasajeros no está clara en este momento.
Tesla también tiene un ojo puesto en un servicio de transporte compartido con vehículos autónomos, que incluye permitir a los propietarios de Tesla alquilar sus autos mientras no los están usando.
El modelo de negocios
Tanto en Uber como en Lyft, la compensación del conductor representa entre 75% y 80% del precio de un viaje, es decir, la mano de obra del conductor representa la gran mayoría del costo de un viaje, explica Motley Fool.
Los vehículos autónomos eliminarían ese gasto, por lo que un viaje compartido en estos debería ser significativamente más barato de lo que Uber y Lyft cobran hoy, siempre que el costo de la tecnología no sea prohibitivamente cara.
Eso elimnaría la mayor barrera de entrada de la industria: la necesidad de tener un gran número de conductores, lo que actualmente le da la ventaja a Uber y Lyft..
“Continuar quemando miles de millones de dólares al año no es sostenible para ninguna de las compañías. Necesitan aumentar los precios y construir un modelo sostenible mientras aún tengan tiempo. Muy pronto, enfrentarán una nueva ola de competencia y la fuerza disruptiva de los vehículos que conducen por sí mismos”, subraya el sitio especializado.