Facebook remitió su decisión de suspender la cuenta de Donald Trump a su junta de supervisión independiente para su revisión.

Este análisis supone la primera gran prueba del recién formado organismo de apelaciones de la ‘Corte Suprema’ de la empresa fundada por Mark Zuckerberg, reveló Financial Times.

La plataforma suspendió la cuenta de Trump de manera indefinida por temor a que pudiera usarla para incitar a más violencia, luego del asalto al Capitolio por una multitud de sus partidarios en los días finales de su mandato como presidente de Estados Unidos.

Nick Clegg, jefe de Asuntos Globales de Facebook, señaló que la suspensión era ‘necesaria y correcta’, además de aplaudir la importancia de que la junta lo revise y llegue a un juicio independiente sobre si debe mantenerse o no.

Facebook también fomentará las recomendaciones de la junta de manera más general en torno a las suspensiones cuando el usuario sea un líder político, agregó Clegg.

Dado este escenario, el acceso de Trump a su cuenta permanecerá suspendido durante las deliberaciones.

El organismo de supervisión independiente, que comenzó a aceptar casos en diciembre de 2020, fue creado por Facebook para emitir fallos sobre la imparcialidad de sus decisiones y políticas de moderación de contenido.

Esto, debido a que enfrenta la perspectiva de una regulación más estricta por parte de los legisladores si no mejora la aplicación.

Cualquier decisión adoptada por el organismo, que está compuesto por académicos, grupos de derechos civiles y expertos de todo el espectro político, es vinculante.

Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, fue parte del equipo que tomó la decisión de remitir el caso de Trump a la junta, según una fuente familiarizada con el asunto.

El proceso

Como parte del proceso, Donald Trump podrá enviar una ‘declaración de usuario’ a la junta que detalla porqué considera que la decisión debería anularse.

Para ello, se le pedirá a Facebook que brinde el contexto de cómo y porqué tomó la decisión, además de que se abrirá un periodo para que los usuarios envíen comentarios, dijo la junta.

Las reglas de la junta permiten una ventana de 90 días para llegar a una conclusión sobre un caso y una semana adicional para que Facebook tome las medidas necesarias.

Las decisiones de Facebook y otras empresas de redes sociales de censurar a Trump ha provocado un debate sobre el equilibrio entre su derecho a censurar a los usuarios que infringen las reglas y permitiendo la libertad de expresión.

Una posición clara de la junta también podría aliviar a Zuckerberg de tener que decidir si debe seguir a Twitter para prohibir permanentemente a Trump, una medida que los grupos de derechos civiles han buscado.

Parler, otro caso

Por separado, Carolyn Maloney, presidenta del comité de supervisión y reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pidió al FBI investigar el papel de Parler, la plataforma de ‘libertad de expresión’ favorecida por la extrema derecha.

Parler se vio obligado a desconectarse a raíz de los disturbios del 6 de enero después de que Amazon retirara sus servicios de alojamiento web.

Maloney también instó al FBI a explorar los ‘vínculos de la plataforma con Rusia, dado que la compañía ha resurgido en [un] servicio de alojamiento ruso’.

Parler demandó a AWS, el servicio de alojamiento de Amazon, por la decisión; lo acusó de incumplimiento de contrato al notificar su suspensión con menos de 30 días de anticipación.

Previamente, un juez federal en el estado de Washington denegó la solicitud de Parler de una orden de restricción temporal que habría obligado a AWS a reanudar el hospedaje de la red mientras continuaban los procedimientos judiciales.